Capítulo 72:

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Estaba en un bosque oscuro, no escuchaba ningún ruido que fuese amenazante, este no era un sueño normal, era magia, mi magia. Apareció ante mí una bruja rubia sonriendo en paz, caminando hacia mí, podía identificarla, era Ariadne, una de las primeras brujas de mi aquelarre.

-Elijah me libero de ese tortuoso aquelarre porque descubrieron cual es el arma, y ahora soy libre –hablo sonriendo en mi dirección-, tenes que liberar a las otras brujas de los Strix –dicho eso desapareció, dejándome anonadada, una mano toca mi hombro y me giro rápidamente, Damien está parado mirándome preocupado.

-Larissa –me habla acunando mi mano-, no le hagas caso a esa bruja, masacra a ese aquelarre y no se te ocurra usar tu llama para salvar a Kol Mikaelson, te lo advierto, lo muerto tiene que permanecer muerto.

Desperté ahogada, mientras escuchaba a Klaus discutir con Hayley, algo que se hacía cotidiano últimamente y Freya pidiendo paz para poder seguir trabajando en un hechizo.

Me levante lentamente atontada, el reloj marcaba que era de tarde, mire sobre la cómoda que había en mi cuarto y sobre esta había una carta, moví mi mano en su dirección para que viniese hacia mí, pero en su trayecto se cayó al piso, me agache para recogerla y casi me caí yo también, esto estaba peor de lo que yo pensaba.

Cuando llegue a donde estaba Freya haciendo lo que parecía un hechizo localizador, Rina estaba a su lado mordiendo un tigrecito, me senté en el sofá cansada y Hayley apareció con una Hope en gran llanto.

-¿Qué paso? –pregunté bajo la atenta mirada de ellas.

-Cami, esa pequeña zorra robo el caballo de roble blanco y lo quiere intercambiar por los objetos oscuros que tenía su familia –hablo Freya mientras que quemaba romero.

-Klaus fue en camino a hacer el intercambio –me comento Hayley mirándome.

-Tengo que ir, no solo nosotros debemos estar buscándolos para esta altura –hable parándome de golpe, pero me iba a ir y un golpe bastante ruidoso provenía del patio interior, rápidamente agarre a Rina en mis brazos, las tres nos encaminamos hacia el balcón interno y mis ojos no creían lo que veía.

-¿Qué mierda? –preguntó Hayley mirando hacia el patio donde una Anya sonriente se encontraba sentada sobre unas valijas y en sus manos tenia objetos oscuros demasiado poderosos para ser manipulados por una niña.

-Supongo que la carta debe decir algo sobre vos –comente mostrando la carta que aún no había abierto con mi mano libre.

-Un poco, capaz nada –comento ella bajándose de la valija y dejando los objetos sobre ella-, digamos que me escondí en el salón del vacío y me escape después de escuchar una reunión familiar.

Perfecto, no teníamos más problemas y aparecía Anya con una segura visión sobre mi futuro que claramente no me lo iba a poder decir.

-Carta tus valijas, te quedas en un cuarto de arriba –hable mirándola y ella hizo levitar sus valijas ante la mirada sorprendida de Hayley, le entregue a Rina a Freya y me dirigí a la habitación de Anya donde teníamos que hablar.

Cuando entramos no perdimos tiempo y la abrace, no me había puesto a pensar cuanto la extrañaba, me había encargado de criarla como hicimos con Marcel, pero por miedo a perderla, admito que lo hice un poco más distante.

-¿Cómo estás? –pregunté sentándome en la cama a su lado mientras sostenía su mano.

-Creo que no deberías atrasar más esa carta –señalo sin contestar mi pregunta.

-Creo que es una buena idea –suspire dignándome a abrir la carta de mi hermano.

"Larissa, intente conectarme contigo aprovechando la brecha de poder que genero esa bruja, pero no fue lo suficiente para ser claro contigo, admito que no entiendo tu devoción por la familia Mikaelson, pero se lo que es querer salvar a un ser querido. Tu llama que se encuentra en ese aquelarre tenes que recuperarla y asesinar a las otras brujas, no intentes revivirlo Larissa, solo hará que todo empeore en tus lazos, nuestros padres quieren dejarte cometer errores, pero yo no puedo permitirlo, ayude a Anya a escapar para que al menos ella este a tu lado cuando lo necesites."

The True Originals-Klaus Mikaelson Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora