Capítulo 40:

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Llevábamos bastante tiempo en la ruta, pero ya acabábamos de pasar por un pueblo casi que volando y pronto llegaríamos a la casa. Con mi súper vista podía identificar a Elijah sentado en el porche de la casa junto a Hope mientras Rebekah se encontraba haciendo una fogata.

Klaus freno de forma brusca la camioneta y Hayley básicamente salto de esta para correr en dirección de su hija.

-Anda –le indique a Klaus el cual trataba de ayudarme con el bolso, había estado alejado de Hope mucho tiempo.

Había que admitir que era una escena bastante tierna, Elijah le estaba entregando a Hayley a su hija, mientras Klaus seguís sus pasos.

-Hola –la saludo Hayley mientras la tomaba en brazos y la abrazaba como si fuese su mundo porque así lo era, luego de un momento de que la tuviera en sus brazos se giró hacia Klaus para que él ahora la tomara en sus brazos, Elijah tomo el bolso que estaba cargando como si me pesara.

-Hola –salude a Rebekah la cual me miraba de reojo, no nos habíamos visto en buenos términos la última vez. Elijah me abrazo mientras todos observábamos la escena de Klaus con Hayley y Hope-, lamento romper la escena, pero debemos hablar sobre el porqué vinimos.

Todos estaban empecinados en armar la fogata mientras yo me encontraba con Hope dormida en mis brazos y Klaus les contaba sobre la maldición de su tía. Hope era tan hermosa y delicada, ni hablar del parecido que tenía con Klaus.

-Maldición al primogénito ¿que se supone que pasa? –pregunto Rebekah agregando madera a la fogata.

-Según Finn nuestra hermana Freya no murió por la plaga –le comento Klaus acercándose a mi mientras todos cooperaban con la fogata la cual no me dejaron como si estar embarazada fuese estar invalida, no quiero saber si supieran que he estado con contracciones-, se la llevaron como paga a la tía Dahlia quien maldijo a todos los primerizos Mikaelson para toda la eternidad.

-¿Esto es cierto? –preguntó Hayley a Elijah desconfiando de la palabra de Klaus, porque esta actitud de su parte no me extrañaba-. ¿Por qué nunca busco sus bebés? –agrego mirándome a mí.

-Primero nunca nacieron y segundo la realeza está excluida de maldiciones cariño –le conteste mirándola y luego centrando mi atención en Hope que hizo una cara graciosa al estornudar.

-Pero si es lo que dice Finn –le contesto Elijah arremangándose su camiseta-, él aprendió de la brutalidad honestidad de nuestra madre.

-Entiendo porque Finn nos odia –comento Rebekah poniendo más leña-, perdió a la hermana que adoraba y se quedó con los hermanos que lo juzgan y que lo creen demasiado tonto.

-Genial. ¿Acaso podemos encontrar a la tía Dahlia la loca de alguna forma y pronto? –pregunto Hayley mirándonos seria, claramente estaba preocupada y como leí su mente estaba preocupada y errónea porque pensaba que Klaus no lucharía por Hope una vez nuestro bebé haya nacido, no tiene idea de lo que es capaz Klaus por Hope.

-La fábula tiene cientos de años –contesto Elijah añadiendo leña-, Dahlia ya no existe.

-Yo llegue a conocerla Elijah no hace cientos de años, pero tampoco es reciente –comente mirando a Klaus que no me sacaba la mirada de arriba-, es una probabilidad que ya no exista.

-Igual que Esther –nos refregó el hecho Hayley en la cara.

-Nadie dañara a Hope porque nadie la encontrara –le contesto Klaus añadiendo un tronco a la pila para la fogata-. Basta Rebekah quemaras todo el maldito estado de Arkansas –bromeo Klaus al ver la gran montaña de leña que habían hecho.

-Bien solo me falta un último ingrediente –le comento Rebekah limpiándose las manos mientras yo entregaba a Hope a los brazos de su madre.

-No, claro que no –le dijo Klaus y me hizo sonreír con la actitud que estaba teniendo.

-Claro que sí, apóyame Elijah... Larissa –pidió Rebekah mirándonos a lo que con Elijah nos reímos por la actitud de ambos hermanos.

-Creo que Niklaus preferiría ahogarse con las cenizas –hablo Elijah mientras los cuatro nos reíamos.

-¿De qué es lo que están hablando? –preguntó un poco malhumorada Hayley sin entender la broma familiar.

-Bueno, antes de encenderla escribimos deseos y los quemamos para la suerte –le explico Rebekah a Hayley mientras yo colocaba una mano sobre mi vientre porque esta última había dolido de verdad y Rebekah lo noto en mi rostro porque me quedo mirando-. Era la parte favorita de Kol cuando niños.

-Prueba contundente para ignorarlo –comento Klaus queriendo ignorar su tradición mientras rodeaba mis hombros con su brazo.

-La primera fogata de Hope en esta época –lo pensó Hayley-, me gusta hay que hacerlo.

Dicho esto, todos entramos a la casa porque había que escribirlos, Elijah al igual que Rebekah se retiraron aparte para escribirlos mientras que Klaus se encontraba a mi lado sentado jugando con Hope, yo no sabía que desear.

-¿Qué podríamos pedir? –pregunte mientras hacía caras a Hope que la hacían reír.

-¿Todavía no los escribieron? –pregunto Hayley mirándonos, en realidad teníamos todo y los problemas siempre iban a aparecer, lo que deseaba era que todos saliéramos vivos de ellos, así que fue lo que escribí mientras lo doblaba y se lo entregaba a Hayley-. Gracias, toma –le tiro sobre la mesa a Klaus una libreta y un lápiz, este la miro molesto.

-Estoy jugando con mi hija Hayley –le comento Klaus concentrando su atención en Hope-, el tonto juego de los deseos que espere.

-Tu escribes yo juego –se ofreció ella a tomar a Hope en sus brazos.

-Estas consiente que no soy la clase de persona a la que le puedes ordenar algo –comento dándome una de sus miradas atrevidas la cual me hizo sonreír y negar con la cabeza.

-Estas consiente que soporte horribles dolores de parto y casi muero a dar a luz a la niña que tienes –le contesto Hayley cruzándose de brazos y mirándolo, me había olvidado del tema del dolor en el parto, estaba aguantando bastante bien las contracciones.

-Bien –acepto Klaus entregándole a Hope mientras tomaba el papel y me miraba de forma divertida para comenzar a escribir-. Deseo que le digas a Elijah que te casaras con un licántropo que no nos cae bien y nosotros para ese entonces le serviremos un whisky y lo felicitare por la bala que logró esquivar –arranco la hoja y se la extendió a Hayley la cual la tomo en sus manos y la arrugo para luego retirarse con la bebé en brazos, giro su rostro y me sonrió.

-Ambos van a sufrir Klaus, no es gracioso –hable pensando en lo que iban a sentir y de pronto fue como si cayera dormida.

Estaba en una cena organizada por los Mikaelson en nuestra casa en Nueva Orleans, era una fiesta navideña.

-Ella es la cita de Kol –me comento Rebekah alcanzándome una copa de champagne la cual acepte.

-¿La chica de azul? –pregunte discretamente mientras la miraba, Rebekah asintió-. Es una bruja vamos a decirle hola.

Con Rebekah nos encaminamos hacia ella hasta quedar frente a frente.

-¿Estas con mi hermano? –le pregunto de forma directa Rebekah-. Te daremos un consejo, una bruja tan linda como tú no tiene por qué salir con Kol.

-No es en realidad una cita –comento avergonzada la chica.

-Puedes hacerlo mejor –hablo Rebekah ignorando las cosas que le había dicho para irse, era el momento de la foto.

-No comparto el mismo pensamiento que Rebekah sobre su hermano, pero ten cuidado –dicho eso me encamine hacia las escaleras para que tomaran la foto familiar.

Capitulo con expectativas... Espero les este gustando y espero que les guste cuando nazca ****. 

The True Originals-Klaus Mikaelson Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora