Capítulo 65:

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Había estado en lo de Cami intentando iluminar su investigación desde la fiesta horrenda de Halloween había pasado casi un mes y nadie había hecho un movimiento.

Conmigo tenia a Rina, dado que desconfiaba el hecho de Aurora no haber aparecido aun y cuando fui a enfrentar a Tristan preguntando por su hermana claramente me mintió en la cara.

-Caballeros –les hable tomándolos por sorpresa, estaban en la calle frente a la entrada de nuestra casa, tenían un rostro preocupado y me miraban, cuando llegue cerca de ellos lo sentí el olor a sangre y lavanda, Klaus camino rápido hacia mí-. Quiero su cabeza esta misma noche –le dije pasado por su lado y entrando al patio.

Había un lindo regalo de parte de Aurora una chica muerta sobre una alfombra de flores de lavanda, Elijah se paró a mi lado y coloco su mano sobre mi hombro.

Klaus se agacho junto al cuerpo y recogió la hoja que había en las manos de la chica muerta.

-Las rosas son rojas, las lavandas azules, vengan por mi o por ustedes yo iré –leyó Klaus levantándose y caminando hasta mi para besar la cabeza de Rina.

-La voy a acostar necesita dormir –informe dirigiéndome a las escaleras, cuando entre a su cuarto sentía que alguien había caminad por la habitación y claramente rompió la foto de nosotros tres que había en un cuadro-. Niklaus –lo llame y al instante ingreso a la habitación, la registro de la misma forma que yo y paro su mirada en el cuadro-. ¿Podrías revisar la cuna?

-Sí, claro –contesto agachándose y moviendo sabanitas, hasta el colchón-. Me voy a encargar de comprar un nuevo cuadro.

-Klaus no me importa un cuadro roto, al instante en que dejamos la casa sola hace esto –hable abrazando a una dormida Rina, agradecía que todo lo que pasara fuese ahora de bebé y que no va a recordar-. Esa mujer no dudo en intentar matarme la primera noche que me quede bajo su techo.

-Lo sé –hablo Klaus llegando a mi lado y abrazándonos, todos estábamos cansados veníamos de tener unos seis meses en paz a estar estos meses constantemente en alerta.

-Vamos a resolver el misterioso acertijo de Aurora –dije moviéndome en dirección a la cuna de Rina y dejándola en ella, confiaba en los hechizos de mis padres. Dicho eso empezamos a caminar al patio interior donde Elijah investigaba la escena de crimen-. Antes tenía un poco de mejor poesía –comente mientras llegamos a su lado.

-Yo no diría que esto no es poético –contesto Elijah mientras se agachaba al cuerpo e investigaba mejor.

-Quiere que la encontremos andando –hablo Klaus tirando la carta nuevamente sobre el cuerpo y mirándonos.

-Que ansioso Niklaus –hablo Elijah limpiando sus manos-, la última vez que escuchamos su nombre fue hace mil años.

-¿Queres que esperemos a que deje sus tarjetas por todo nuestro hogar? –preguntó Klaus enojado mirando a su hermano.

-Hay algo que tenes que saber –hablo Elijah mirándolo y después mirándome a mí, le iba a decir nuestro secreto, justo ahora.

-Sí vas a confesar un secreto de mil años que nos dividirá después de nuestra sincera reconciliación te absuelvo hermano, no hay nada que hayas hecho de lo que ella nos hizo –lo perdono Klaus, él temía por Rina y no iba a esperar un minuto más en buscarla.

-Tienes que escucharme Niklaus...

-Lo que sea –lo corto Klaus mientras Elijah me miraba desesperado-, puede esperar. Tenemos muchos y urgentes problemas, y los voy a solucionar, si te hace sentir mejor mataremos a Aurora juntos y ninguno de los dos será víctima de sus manipulaciones de nuevo –dicho eso sonrió.

The True Originals-Klaus Mikaelson Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora