Capítulo 42:

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Nos encontrábamos frente a una chimenea encendida, tenía a Rina dormida en mis brazos, estábamos prontos para escuchar la propuesta de Rebekah sobre como vencer a Esther.

-Rebekah no –protestaba Elijah ante la idea de su hermana, pero tampoco tenían muchas opciones.

-Tomare su oferta –lo enfrento decidida Rebekah mirándonos a todos-, y cuando lo haga la voy a llevar conmigo.

-Yo la apoyo, porque no los escucho a ustedes tener una contra propuesta –los enfrente a los hermanos sobreprotectores, Rebekah tenía una deuda de traición que pagar para con nosotros, así que si quería saltar a las fosas de los leones por nosotros por mi estaba perfecto.

-No –se negó Klaus mirándome.

-Estará distraída durante el hechizo y será vulnerable –explique dándole la razón a mi cuñada.

-No, cuando la matemos saltara a otro cuerpo –volvió a negarse Klaus, tanto él como Elijah estaban en modo de hermanos sobreprotectores.

-Entonces lo evitamos –le contesto Rebekah fácilmente.

-Si supiera como evitarlo no crees que la habría matado hace siglos atrás –le respondió Klaus enojado.

-Siglos atrás no teníamos a Larissa, una chica de la cosecha y un brujo Mikaelson –le dijo Rebekah y en eso tenía razón-, Larissa y Kol saben trucos.

-Están dementes –indico Elijah mientras observaba a Rina, Hayley estaba fuera de esta conversación aprovechando sus horas con la bebé.

-Casi, Elijah fue tu idea –lo señalo Rebekah ganándose la mirada de todos, Klaus parecía un león enjaulado caminando de un lado a otro de la habitación, vos dijiste que tenía que ganar. Sí lo hacemos bien creerá que gano.

-Y sí fallamos ya no estarás en tu cuerpo –la contrario Elijah en busca de llevarla a la razón.

-¿Eso sería lo peor? –le pregunto Rebekah-. Estabas listo para hacerlo vos mismo.

-Fue un momento de locura –admitió Elijah bajo la atenta mirada de Klaus-, del cual vos me disuadiste a tiempo.

-Con suerte la detendremos antes de que salte a otro cuerpo –admitió los hechos Rebekah.

-Y sí no tendrás lo que siempre quisiste –agregue yo mirando a Rina, ella siempre quiso formar su propia familia.

-Bueno, es lo que ella dice. ¿No? Quieres perder –observo Klaus a su hermana, la situación lo tenía bastante alterado y se le podía notar.

-Me voy a arriesgar a eso sí –acepto Rebekah mirando a su hermano.

-Necesitamos a alguien a quien habitar, alguien anónimo que pueda desaparecer con Hope –comenzó a planear, era su forma de aceptar la idea de su hermana.

-Rebekah hemos estados juntos por siglos, si eres humana...

-Cuando sea una anciana arrugada pueden devolverme a mi cuerpo –interrumpió Rebekah a Elijah ante su miedo a perderla-. Nik aún tiene un féretro donde guardarme.

-Pero confiar en Kol –dudo Elijah cruzándome de brazos.

-Kol siempre está del lado de sus hermanos en el fondo –hable defendiéndolo-, y no se trata de confianza Elijah, se trata de encontrar un buen señuelo.

-Tiene razón, Kol hará lo mejor que es para Kol, solo tenemos que saber su precio –agrego Klaus tergiversando mis palabras y haciendo una llamada.

Se contactó con Marcel para que le preguntara por su precio, quería el diamante, puede que eso fuera mi visión de esa navidad, dado que fue en esa fecha cuando Klaus se enteró que Kol utilizaba un diamante para la alquimia y quería crear una daga contra él.

-Cuidense mucho -se despidió
La Elijah de mi y Roma dejando un beso en la frente de ambas, no podía evitar ser él hermano sobreprotector.

Contra todo consejo en la conducción de autos con niños, yo viaja en el asiento trasero con Rina en mis brazos la cual no había llorado ni un solo momento y por eso le estaba muy agradecida, mientras que Klaus conducía y Rebekah iba de copiloto. Habían sumado un extra al plan, Rebekah haría a su madre beber sangre para así no podría saltar a otro cuerpo.

-Estas demente por darle a Kol el diamante –confeso Rebekah a medida que nos acercábamos a Nueva Orleans.

-Nuestro hermano a complotado en mi contra por años y no ha logrado hacerlo bien, me arriesgare –hablo con un ego muy grande Klaus mirándonos por el retrovisor y luego miro a su hermana-. ¿Sabes qué hacer?

-Sí, pero si no sale bien... ¿Trataran bien a mi cuerpo? Por favor –pidió Rebekah a su hermano y luego se giró hacia nosotras para tocar la manito de Rina-. Extrañare al modelo viejo.

-Sí las cosas salen mal, estaremos ahí para ayudarte –le dije a modo de perdón por el acto de traición que cometió contra nosotros.

-Solo tenemos que destruirla antes de que salte a otro cuerpo –agrego Klaus fijando su vista en la carretera-, no quiero que todo esto sea por nada.

-Nosotros tres en el mismo equipo, debe ser navidad –comento Rebekah mirándonos sonriente.

Cuando estábamos llegando a la casa podíamos escuchar como Kol le pedía a Marcel la estaca de roble blanco y Marcel había accedido a entregársela. Rebekah ya se encontraba lejos para entonces, lista para aparecer frente a su madre en cuanto se lo indicáramos.

-Kol –entro Klaus primero llamando a su hermano y captando toda la atención que rápidamente paso a Rina-, cualquier que sea el rencor que tengas en contra mía, lo hacemos por el bien de la familia. Tengo tu palabra por primera vez. ¿La honraras?

-Tienes mi palabra Nik, lo juro por todos nosotros –acepto Kol, sí él entregaba su palabra, entonces yo le creía.

-Te daré la estaca –acepto Klaus empezando a caminar hacia las escaleras.

-Kol conoce a Rina –le presente a su sobrina a medida que llegaba cerca de Cami y Marcel, mientras Klaus buscaba la estaca -, tienes una nueva sobrina... - viendo la cara de sorpresa de Kol, no podía descifrar si era algo buen o malo.

-Por suerte se parece a vos y no a Nik –comento acercándose con asombro, cuando toco su mano está estornudo haciendo un vendaval-, y más poderosa –pudo apreciar, esto era algo nuevo.

Marcel se acercó a conocerla bajo la mirada de intriga de Davina, Cami también se encontraba a mi lado.

-No puedo creer que Klaus haya cooperado en crear algo tan hermoso –comento Davina de forma mordaz.

-Sabe crear cosas buenas –comente meciendo a Rina antes de que comenzara a llorar, pero fue muy tarde y estoy casi segura que su llanto hizo romper el vaso de whisky que había sobre la mesa.

-Nunca vi a un bebé hacer eso –comento Cami quien al igual que todos los presentes la miraban un poco impactados.

-La realeza tiene su carácter –comente meciéndola para calmarla, claramente debía ponerme en contacto con mis padres porque esto excedía cualquier nivel que pudiese conocer de bebé mágico.

Bueno... Ya domingo y podemos ir viendo algo sobre Rina.

The True Originals-Klaus Mikaelson Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora