Respire hondo al sentir como mis poderes volvían a mi cuerpo, verdaderamente estaba orgullosa de esta niña, le acaricie el rostro mientras tomaba entre mis manos el collar.
-Tenes que irte y fingir que no has estado acá –le dije acariciando su mejilla derecha-. Ve a jugar no te preocupes por mí, voy a estar bien.
Busqué en el maldito ropero algo que sirviera para ocultar el hecho de que no llevaba puesto el collar y había un vestido de cuello alto, esto serviría por el momento, también busque en el joyero que había en el mostrador algo que se pareciera al collar que me pusieron mis padres para así podría suplirlo.
Me tire en el piso y estire mis manos a ambos lados, cerré mis ojos y me deje llevar, deje llevar todo mi ser hacia Klaus, debía llegar a donde él estuviera.
Aparece en un hospital viejo, había ayudado en este lugar durante la plaga en 1919 y lo que estaba viendo me dejo helada y grite por sentir el mismo dolor de Klaus atrayendo la mirada de Elijah.
-¿Qué le acabas de hacer? –le pregunte colocando mi mano sobre mi pecho, le acababa de clavar un puñal raro en el pecho a Klaus, ese era el causante de mi agonía.
-Váyanse, los dos corran todo lo lejos y rápido que puedan –le ordeno Elijah a una Rebekah que se encontraba en el piso al igual que Marcel y volvió la mirada hacia mi luego de que estos se hubieran ido-. ¿Dónde estás? Te voy a necesitar para controlar a Klaus.
-No puedo, la realeza Sokolov me tiene presa, llama a Cami es su psicóloga –le dije para luego volver a mi prisión, me senté en el piso y abrace mis piernas. ¿Qué acababa de pasar?
No estaba sola en la habitación, mire hacia mi cama y ahí estaba Damián mirándome, no se encontraba sorprendido para nada por lo que acababa de hacer.
-¿Anya? –pregunto obviamente a lo que lo mire mal.
-No soy una traidora como vos –le escupí con sinceridad, necesitaba saber. ¿Por qué Rebekah y Marcel debían huir de Klaus? ¿Qué habían hecho como para que Klaus no los perdonara?-. Necesito que te vayas y que no les digas nada a tus padres, tengo que averiguar una verdad.
Me cruce de piernas para poder meditar e ingresar en la turbia mente de Klaus, solo me interesaba saber una cosa, no podía perderme en su mente.
Pero lo vi claro, todo lo que había pasado en 1919 durante la obra de Los Huguenots, el que apareciera Mikael era culpa de Rebekah y Marcel, ahora yo deseaba matar a esos dos, eran unos traidores, habían traído al monstro de los monstruos hacia nosotros, solo para poder vivir una historia de amor cuando Klaus estaba aflojando sobre su relación gracias a mí.
En 1919 con la época de la prohibición del alcohol nosotros estábamos haciendo muy buenos negocios, estábamos asentando muy bien nuestro imperio, yo participaba de las reuniones y todas las facciones, lobos, brujas, humanos y vampiros nos llevábamos bien, cada uno tenía su tajada.
Recuerdo unas noches previas antes de la obra el cómo festejábamos sobre la unificación.
-¿Quién hubiera pensado que era posible...
-¿La unificación de Nueva Orleans? –le pregunte a Klaus que abrazaba mi cintura mientras estábamos en la barra junto a Elijah festejando el trato final, yo no me encontraba bebiendo alcohol, dado que nuevamente y con más esperanza que anteriormente estaba esperando un hijo nuestro, todavía no había tenido la oportunidad de decírselo.
-Lo hicimos como familia –contesto Klaus mirándonos orgullosamente a Elijah y a mí.
-Ciertamente, trabajamos juntos, Niklaus, pero esta visión –le empezó a hablar Elijah rodeando sus hombros con su brazo-. Es completamente tuya.
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The True Originals-Klaus Mikaelson Y Tú
FanficSi conozco a los Mikaelson, los conoceré, Rebekah la tierna y leal amiga que eh conocido. Elijah, un hombre muy moralista, educado y es el cuñado que toda chica desearía tener. Antes eran más hermanos a los cuales conocí a todos y tenia aprecio, per...