The True Originals-Klaus Mikaelson Y Tú

Capítulo 26:

Me desperté gracias a Maccio el cual se encontraba ofreciéndome una bolsa de sangre, mire a mí alrededor y Klaus no se encontraba, yo tenía puesta una camiseta suya. Dirigí mi mirada al frente y vi la que contaría como una de las mejores piezas de arte de Nik, era yo enredada en nuestras sabanas desnuda y con una muy prominente panza notándose, los trazos sobre el lienzo se podían notar de una manera espectacular, sobre el cuadro había una Rosa roja.

-El Señor Elijah me pidió que la despertara por si quería asesorarse de la de la magia de los anillos –comento Maccio cuando yo acepte la bolsa.

-Diles que pronto bajo –comente dándole un sorbo a la bolsa. Últimamente no estaba en el mood de usar jeans, principalmente porque no me gustaban como me quedaban con la panza, así que me dedicaba a usar vestidos sueltos aunque no fuese muy fan de los vestidos.

Cuando me acerque al balcón y comencé a bajar las escaleras pude ver a los dos hermanos ahí en la mesa de banquete, Klaus se encontraba sentado mientras Elijah estaba parado pronto para dar inicio al ritual.

-No pueden simplemente aplastarlos con un matillo –comento Klaus como si fuera un simple mortal, le habíamos explicado con su hermano pero no parecía querer entender, su mente estaba en cobrar venganza y poder traer a Hope a casa.

-Los forjo una bruja hermano ya te explicamos que solo el agua y el fuego pueden destruirlos –le contesto Elijah con paciencia mientras se arremangaba su camisa, yo me senté en las piernas de Klaus, el cual con mucho gusto me recibió apoyando su cabeza en mi hombro para observar a su hermano-. Creí que eso te complacería.

-Yo también –comento desanimado, para el nada había cambiado, podría tener su fuerza, pero igualmente no habíamos avanzado mucho-. Esto es mi culpa, todo esto –escondió por un momento su rostro en mi cuello-. Si tan solo hubiese aceptado el embarazo de Hayley, en lugar de jugar al rey. Debí escucharlos, pero en lugar de eso mi avaricia y mi envidia me arrebataron a mi hija –comenzaba el mea culpa de Klaus, todos la habíamos cagado de una forma u otra, siempre lo hacíamos, pero siempre lo arreglábamos-. Mis acciones liberaron el arma que puede asesinarnos.

-Cientos de años sobreviví a tus intentos de asesinarme hermano –le dijo Elijah mirándolo con compasión, tomo las piedras de los anillos que estaban en la mesa y las coloco en un cuenco-, imagino que sobreviviré a esto –dicho eso Klaus se levantó con su súper velocidad de vampiro dejándome sentada en la silla y ahí pude ver realmente el dolor que había en su rostro, estaba aguantando las fuerzas para no llorar.

-Ustedes esperan que me redima, igual que un hombre escala una montaña infinita –nos confesó Klaus mirándonos a los ojos.

-Nada es infinito hermano –contesto Elija echando el agua caliente dentro del cuenco, el humo comenzó a salir y el hechizo estaba terminado-, y algunas si son finitas. Aunque quisiera consolar a Hayley en este momento, pienso que solo tú entiendes su pena –se refirió Elijah solamente a Klaus ahora.

-Perdimos a nuestra hija –admitió Klaus-. ¿Qué demonios podría decir para tranquilizar su sufrimiento?

-Lo que ella quiera oír –le contesto Elijah colocando su mano sobre el hombro de Klaus a modo de apoyo.

-Es la reina de los lobos aun –agregue parándome y ganándome una mirada de parte de los chicos -, puede recuperar su manada y eso nos daría al menos una ventaja sobre las brujas.

-Larissa tiene razón hermano –acordó Elijah con mi idea.

-Entonces será tiempo de hablar con la otra realeza –comento sarcástico emprendiendo camino en dirección a las escaleras.

Elijah me miraba preocupado, pero sabía que su preocupación se encontraba en la madre de su sobrina ya nacida, no en mí.

-Tu vamos a mi oficina –le señale a Elija y luego me gire a Maccio-. Por favor un desayuno que no contenga sangre.

-¿Cuál sería el tema de esta reunión? –pregunto Elijah sentándose en una sillón frente al mío.

-Toda esta casa escucho anoche tu discusión con Hayley –le conteste aceptando el vaso de jugo de naranja.

-Eso no tiene importancia –comento ocultando sus sentimientos.

-No hay nada que puedas ocultarme verdaderamente hermano –le hable imitando su forma de hablar con sus hermanos lo que le causo gracia.

-No es la misma –admitió con la mirada pérdida-, y como habrás escuchado anoche me dejo en claro que se lo he hecho saber.

-Es la misma Elijah –le dije dejando el jugo para comenzar a comer una tostada-, lo que cambia es la intensificación de sus emociones y sumando el hecho de que no necesita de tu sobreprotección.

-¿Qué estás jugando? –pregunto Elijah mirándome-. ¿Qué tienes miedo de perder?

-Un Sokolov nunca pierde Elijah –le informe mirándolo desafiante-, pero no me tientes a jugar un juego donde no quiero ser involucrada, sabes muy bien que no me gusta compartir. Alejando a Hayley de ti la empujaras a hacia Klaus y lo sabes, teniendo eso en cuenta tendré dos opciones para tomar y cualquiera de las dos que tome dejaran a tu hermano más inestable que nunca...

-¿Qué tienes? –escuche a lo lejos a un preocupado Elijah, pero mi mente ya no se encontraba en el mundo, vagaba por recuerdos.

Recuerdos sobre Kol, era España y Mikael nos perseguía, Kol siempre hacia matanzas y gracias a mi Klaus no lo acompañaba en ellas desde hacía un tiempo, esa ves que huimos le clavamos la daga para poder irnos y juro vengarse, le saco la estaca Klaus cuando vivíamos en Nueva Orleans y Elija comenzaba a prestarle atención a Marcellus, pero volvimos a colocarle la daga a Kol cuando amenazo la vida de Marcel.

Kol siempre lloro la atención de sus hermanos, y cuando cada uno hacia la suya el simplemente terminaba convirtiendo todo en un baño de sangre. ¿Por qué recordarlo ahora? Él estaba muerto, no había por que recordarlo.

Después de un tiempo... acá hay nuevo capitulo!!! Un poco corto, pero espero que les guste y que se estén cuidando.