Capítulo 96:

321 21 2
                                    

Firme algunas notas mientras miraba el reloj, sabía que a las dos en punto Klaus iba a ingresar a mi oficina, era momento de ir a su retiro, Rina se había ido con mis padres hacia un día y después se iría con sus tíos donde nos encontraríamos en Nueva Orleans, el instituto recién estaba en sus cimientos, no podía abandonarlo por mucho tiempo.

-Se te da bien todo esto amor –hablo Klaus ingresando a mi oficina con una sonrisa.

-¿Cuál de todas las cosas? –bromee cerrando la puerta con magia.

-Narrar anécdotas, ser la mejor directora –decía mientras caminaba a mí y me robaba un beso.

-¿Narradora? –cuestione sin entender a que se refería, hasta que Klaus apoyo un antiguo cuaderno sobre mi escritorio.

-Mi página favorita es la que marque –señalo con una pícara sonrisa-. "Tres años, tres años en el que separamos nuestros caminos, tres años que aun duermo con su camisa y su solo pensamiento duele en mi pecho como el primer día, intentar estar en casa, pero no me entienden, pareciera que no supieran lo que es amar. Bajo su mirada es donde me siento protegida, irónico siendo que soy una de las personas más poderosas en este planeta..." amor esto es mucho más de lo que merezco.

-Klaus basta –pedí escondiendo mi cara en las manos de la vergüenza porque sabía lo que venía.

-Se viene la mejor parte "he caminado mucho tiempo en solitario por reinos, imperios y países, recibí muchas miradas de hombres, ..." debería sentirme celoso de esto, pero "ninguno tiene su mirada. Esa mirada que parece ser un imán que me mantiene a su alrededor, esa mirada que sé que quemaría el mundo por mi..." hasta ahí llega mi parte favorita –sentencio besándome.

-Te falto la destrucción y muerte –murmure mientras nos separábamos-. ¿Dónde lo encontraste?

-Confiscado en el castillo en la habitación de Rina –comento y mis ojos se abrieron-. Tranquila no llego a las partes sexuales.

-¿Cómo? –pregunté sin entender como esa pequeña ladrona había ingresado sin permiso al sótano y robado uno de mis tantos diarios-. ¿Dijo algo?

-Me dijo gracias –contesto ganándose una mirada de mi parte.

-¿Gracias? Nuestra hija de doce años te dijo gracias después de leer parte de mi diario –desconfié mirándolo, sonrió con orgullo.

-Me dio las gracias porque nuestro amor si bien ella menciono era dramático, siempre fue reciproco –me conto con una sonrisa, sé muy bien que gracias a Rina y yo Klaus no vaga por el mundo cometiendo asesinatos-, y que ahora entendía mi sacrificio, todos estos años luchando a mi lado Larissa, sin dudar un segundo de mí, menciono que estaba feliz que pudiera estar a las alturas de las circunstancias para ahora estar a tu lado sin dudarlo.

-No suena como una niña de doce –bromee riéndome-. Creo que pasa mucho tiempo con Anastasia.

-Son las cosas que ve con sus poderes –dijo y pude ver la preocupación en sus ojos, a veces le daban pesadillas lo que provoco que finalmente mis padres pusieran cierto límite a sus visiones-, sé que Rina es fuerte Larissa, pero las cosas que ve algunas veces...

-Son demasiado –termine por él mientras me levantaba y cerraba una carpeta para que Klaus no la leyera, pero fue demasiado tarde.

-¿Qué es esto? –preguntó mientras abría la carpeta-. Proyecto Elite, suena peligroso amor, un reclutamiento o eliminación de posibles miembros de la academia.

-Está en proceso de creación, solo es una tonta idea –le saque de las manos la carpeta mirándolo.

-Es tiempo –me dijo dándome un beso-. Me tengo que ir –añadió mientras yo asentía.

The True Originals-Klaus Mikaelson Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora