A Kass le quedaba poco para declararse imperfecta... o desgraciada. Burlando a la justicia desde que tuviese nombre, Kass ha desempeñado múltiples oficios a través de los cuales ha logrado ganarse a muchos... y también su dinero. Ha sido música, ladrona, mendiga, estudiante, maga, trotamundos, asesina y heroína... Tras haberse presentado en las apuestas gracias a las que se ha embolsado miles de monedas, la sonriente pero sarcástica contrabandista se encuentra con que la justicia que una vez eludiera le está pisando los talones, además de numerosos estafados sedientos de sangre y venganza que claman que pague su deuda. No obstante, Kass no tiene por costumbre obedecer a otros, aunque sus principios le jueguen una mala pasada en esta ocasión. En las ciudades y el puerto de Arvaellon piden su cabeza, y alrededor de las riberas del Sangriento se alzan manos con puñales dispuestos a robarle hasta el último hálito vital. Sólo puede confiar en su propio juicio. Pero como siempre, éste se encuentra lejos de hallar una solución viable. Y Kass no va a revelar de buena gana sus secretos; ni siquiera ahora que el mundo depende de ello. Porque una misteriosa fuerza más arcana y poderosa que éste se eleva de entre las sombras amenazando con subyugar toda vida que encuentre a su paso.