Estos casi 10 días que Sergio había estado con la selección, Naike y él habían hablado mucho por teléfono y sobre todo por whatsapp. Ella se había acostumbrado a que se dieran los buenos días y las buenas noches. Era lo primero que hacía Naike al levantarse, revisar su móvil para ver si él le había enviado algún mensaje. Y de esta manera su día siempre lo comenzaba con una sonrisa. Él solía enviarle fotos casi todos los días, sobre todo cuando jugaron fuera de España. Ella le mandó una foto subida en un monopatín de noche en Abbey Road. El monopatín era de Roger, uno de los del grupo, y por no escucharlo más chulear de lo bien que patinaba, ella se subió en el para demostrarle que a ella tampoco se le daba nada mal. También solían hablar de lo que habían comido o hecho todo el día. Naike le contaba como íba la presentación del concierto. Sergio le había jurado que había escuchado a Lemon pie, por lo menos para que las canciones le sonaran cuando fuera con ella a la presentación.
Naike estaba estresada. Estaba deseando que pasara ya la semana que viene y que terminara todo lo del grupo. Después vendrían los conciertos, entrevistas, actuaciones en televisión...pero eso ya no era cosa suya. Casi todos los días íba a Abbey Road. El lugar donde pondrían el escenario ya estaba elegido, lo cual era lo más difícil, y por lo menos eso, ya lo tenía hecho. El domingo pasado fue a comer con los chicos, confirmando primero que Susana y Cristina irían. Oliver estuvo algo serio, sobre todo cuando la acorraló a solas saliendo del baño y le dijo que esa noche la llevaría a cenar. No le había gustado sentir sus brazos en los suyos impidiéndola regresar al comedor. Tampoco que ni le preguntara siquiera si ella quería ir o no . Naike se excusó diciendo que tenía trabajo, y desde entonces, él le solía mandar mensajes más a menudo para intentar quedar con ella. La verdad es que estaba empezando a agobiarse. Estaba pensando muy seriamente si ir o no mañana a comer. Susana y Cristina le dijeron que por ellas no lo hiciera, que si ella no íba, lo mismo ellas tampoco. Últimamente tenía la sensación que la comida de los domingos, era una excusa de Oliver para estar con Naike.
El timbre de la puerta sonó y su corazón empezó a latirle con fuerza. Respiro fuerte y fue hasta el portero. Descolgó y preguntó quien era.
- El butanero - la voz de Sergio le llegó a través del teléfono
- Pues si que ha venido lejos usted a repartir bombonas
- Es que soy de Repsol y llegamos a todos lados
- Anda sube idiota
Naike le abrió y se miró al espejo para ver como estaba. Tenía que quitarse estas tontas ilusiones por él lo antes posible. Tenía que convencerse de que eran amigos y punto. Se prometió a si misma que dejaría de tener estos pensamientos y sentimientos por él lo antes posible. Pero cuando él llamó a la puerta, se puso más nerviosa.
Naike abrió y en cuanto vió a Sergio se tiró literalmente a sus brazos. Lo había echado mucho de menos. A él le pasaba igual. Hablar todos los días con ella se había convertido en una costumbre y deseaba muchísimo llegar a Londres para verla. Así que cuando ella lo abrazó, se quedó muy sorprendido pero no pudo evitar estrecharla fuertemente en sus brazos.
- ¡Como me alegro de verte Sergio! -le dijo ella haciéndole entrar en su casa
- Yo también te he echado de menos rubia. Venía pensando en esa tortilla de patatas...
- Pues está casi hecha, vamos pasa, que te enseño la casa
El piso de Naike era pequeño en comparación con su casa. Pero era muy acogedor. Esta era la idea que él había tenido cuando buscaba casa en Londres. Tenía un amplio salón con chimenea y en una esquina tenía la cocina abierta. A la derecha del comedor había 2 dormitorios y un baño. También tenía una pequeña terraza donde Naike había puesto una mesa y 2 sillas, además de numerosas macetas. Lo llevo hasta la cocina de la mano y dejó que se sentara en uno de los taburetes. Sergio se fijó y había puesto ya la mesa para cenar. Le encantó el ambiente tan cálido que ella había creado.
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Eras tú lo que quería (Cross 4)
RomanceSergio Reguilon acaba de llegar a Londres para jugar en el equipo inglés del Tottenham. Lejos de su familia y de su novia tendrá que adaptarse a una vida nueva en un país nuevo. Naike vive en Londres desde hace un par de años. En las clases de coci...