Principios de Febrero
Los días fueron pasando. Sergio y Naike disfrutaban del comienzo de su relación. Se veían todos los días y solían dormir todas las noches en casa de Naike. Al moreno le gustaba mucho su casa, se sentía muy agusto allí, era muy acogedora. Solían desayunar y luego Sergio la llevaba a trabajar y después se iba a entrenar. Cuando él terminaba aprovechaba para hacer cualquier cosa que tuviera pendiente y luego iba a recogerla. Comían o bien en casa o fuera y luego tenían toda la tarde para ellos. Solían pasar las tardes en la cama, aprovechando que hacía frio y mal tiempo.
Hoy era domingo. Sergio jugaba fuera y vendría por la noche. Naike había invitado a las chicas a comer en casa. No se veían desde el día de la cena en casa de ellas, aunque habían hablado un montón por teléfono y parecía ser que la cosa estaba bien entre las amigas. La rubia había hecho pollo en salsa con patatas para comer. Ya había dejado las clases de cocina, porque lo que necesitaba saber ya se lo habían enseñado. Estaban las tres comiendo en la mesa. Cristina casi ni había hablado en todo el rato y estaba algo seria.
- ¡Joder, que bueno está el pollo Naike! -le dijo Susana mojando pan en la salsa
- Me alegro que te guste. Para que luego no digáis que no os cocino nada -les dijo ella mirando a Cristina, la cual estaba bastante ausente- aunque creo que a Cris no le ha gustado mucho, apenas ha tocado su plato
- ¿Que? -le preguntó ella distraida
- Que no has probado la comida, ¿te encuentras bien?
- Si, si. Perdona, es que... -de pronto Cristina se puso a llorar. Naike la miró preocupada igual que Susana
- Cris, ¿que te pasa? ¿porqué lloras? -le preguntó Naike cogiéndola de los hombros. La castaña se apoyó en su amiga y empezó a llorar desconsolada. Naike miró a Susana y ella no supo que decirle. Se puso al otro lado de su amiga y le cogió las manos
- ¿Estas bien Cris? -le preguntó Susana acariciando su pelo
- Lo siento chicas, lo siento. Os estoy dando la comida -contestó Cristina secándose las lágrimas con una servilleta
- No te preocupes por eso Cris -le dijo Naike- sólo queremos saber si estás bien
- No lo estoy. Yo...estoy embarazada -Naike y Susana se miraron entre sí y luego miraron a su amiga con los ojos muy abiertos y bastante sorprendidas
- Cris, oh, eso es ...¿estás bien? -le dijo Naike sin saber que decirle
- No, no lo estoy. Yo... estoy de un mes y es que...no sé quién es el padre... -la castaña las miró mordiéndose el labio bastante azorada
- Oh, por dios -le dijo Susana mirándola horrorizada- dime que no es Eric
- No, Eric no es -le dijo ella algo cabreada
- ¿Segura?
- Si, segura Susana. Sólo me he acostado con Eric una vez y fué en la fiesta de Halloween -la morena respiró tranquila
- ¿Y quién crees que puede ser? Si nos lo quieres contar, claro -le dijo Naike muy suavemente acariciando sus manos
- Pues...en la fiesta de Nochevieja me acosté con Giovanni...
- ¡Lo sabía! -soltó Naike- ay perdón, perdón...
- Vale, tranquila Naike -le dijo Cristina. La miró algo avergonzada- y en tu cumpleaños...con Roger...
- ¡Joder Cris! Normal que no sepas quien es, si has estado con los dos en menos de 5 días...
- Existen los preservativos además de otros métodos de anticoncepción -le dijo Susana regañandola- ¿en que estabas pensando Cris?
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Eras tú lo que quería (Cross 4)
RomanceSergio Reguilon acaba de llegar a Londres para jugar en el equipo inglés del Tottenham. Lejos de su familia y de su novia tendrá que adaptarse a una vida nueva en un país nuevo. Naike vive en Londres desde hace un par de años. En las clases de coci...