Naike miró la pantalla de televisión y el estómago se le revolvió. Su cuerpo temblaba y le dolía el corazón. Se sentía destrozada por dentro. Cogió el mando y la apagó. Lo puso encima de la mesa golpeandolo con rabia.
- El mando no tiene la culpa de que tú estés amargada - le dijo Adam mientras comía arroz con leche
- ¡Yo no estoy amargada, joder! ¡Y deja de comer! Que te has comido medio bol tu sólo...
- Eh para el carro - le dijo él señalándola con la cuchara - conmigo no lo pagues tampoco
- Ay, lo siento, lo siento –le dijo Naike sentándose en la silla- es verdad, tú no tienes la culpa. Es que le ha dedicado el gol a ella...acaba de meter un gol y ha hecho un corazón...
- Nai cariño, es su novia, es lo normal... -le dijo él abriendo mucho los ojos
- Ya...pero...no sabía que iba a doler tanto... -Naike lo miró y sintió como las lágrimas empezaban a caer por sus mejillas. Se llevó las manos a la cara y empezó a llorar desconsoladamente. Adam dejó la cuchara en su plato y se acercó a ella para consolarla
- Ay, mi niña. Mi pequeña Naike. Lo siento tanto cariño...
- Duele mucho Adam. Tengo el corazón tan roto que no puedo dormir. Me cuesta respirar y siento que me ahogo - Naike se abrazó a él sin dejar de llorar. Tenía el corazón encogido - Estoy tan triste, tengo tanta pena. Y me siento tan mal. Es que no tengo ganas de nada, solo de llorar.
- Lo sé, cariño, lo sé. El amor es una mierda...
- No lo es cuando lo tienes. He sido una idiota, una imbécil por ilusionarme, por creer que en algún momento que tendríamos algo... por pensar que ese beso era algo más. Si hasta me hacía ilusiones de que un día dejaría a Paula y saldría conmigo. Por eso me duele tanto, por eso soy tan idiota
- Naike, no creo que hayas sido una idiota...sólo que te hiciste ilusiones y bueno, yo pensé también que eras correspondida, te lo juro. Sergio te miraba de unas maneras que lo parecía
- Claro. Todo el mundo diciéndome "hay que ver como os miráis, seguro que le gustas..." y yo me lo he creído...¡que tonta he sido Adam! ¡que tonta!
- Mira Nai –Adam se separó de ella y le cogió la barbilla para que lo mirara. Se le partía el corazón de verla así, de ver sus hermosos ojos azules anegados en lágrimas- ¿es la primera vez que te enamoras?
- ¿Cómo sabes que estoy enamorada?
- Porque si no, no estarías así pequeña. No siempre las historias de amor salen bien, y la tuya ni siquiera ha empezado y mira...sé que querer a alguien que no puedes tener duele, lo sé...
- Es que pienso en ellos dos juntos y se me revuelven las tripas y tengo unos celos que me muero. Y lo único que quiero es meterme en la cama y dormir hasta que se me pase el dolor
- Cariño. Lo siento, siento que estes así
- Sabes, yo sabía que al final pasaría esto, pero no pude evitar emocionarme cada vez que estaba con él...por eso soy una idiota. Y lo peor de todo es que él no tiene la culpa Adam. La que se ha creado castillos en el aire soy yo. Cada noche preguntándome si el pensaría en mi, si sentiría algo...Dios, era más feliz cuando no lo conocía...
- ¡No digas tontería Naike! Sigue siendo tu amigo, por dios. Ahora lo que tienes que plantearte es si quieres seguir teniéndolo en tu vida aunque sea de esta manera
- Pues no lo sé –Naike se levantó frustrada. Le dolía la cabeza y todo el cuerpo de tanto dolor- no sé como voy a poder estar cerca suya y fingir que no siento nada por él
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Eras tú lo que quería (Cross 4)
RomanceSergio Reguilon acaba de llegar a Londres para jugar en el equipo inglés del Tottenham. Lejos de su familia y de su novia tendrá que adaptarse a una vida nueva en un país nuevo. Naike vive en Londres desde hace un par de años. En las clases de coci...