43. Madrid

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Sergio fue a la cocina a por otra botella de agua. Sonrió mirando a su padre hablar con Naike sobre música. Estaban muy entretenidos. Realmente se notaba que a su novia le gustaba hablar con su padre. No habían parado de hacerlo en toda la noche.

Su madre preparaba el postre, flan de vainilla con helado. Se acercó a ella y la abrazó. La había echado tanto de menos. Sus padres vivían en un pueblo a las afueras de Madrid. Ella era administrativa en el ayuntamiento del pueblo y su padre llevaba jubilado varios años por culpa de un accidente laboral. Sergio había querido que su madre también dejara de trabajar. Decía que con lo que él ganaba podía ocuparse de ellos. Pero su madre lo había rechazado muchas veces. Necesitaba trabajar para sentirse útil. Aunque eso no dejaba que su hijo estuviera siempre pendiente de ellos y nunca les faltaba de nada. Su último regalo había sido un coche para que su padre pudiera ir a recoger a su madre todos los días al trabajo y no tuviera que hacerlo en el viejo Seat Ibiza.

- Te veo feliz mi niño - le dijo ella acariciando su cara. Sergio era su único hijo y verlo así la tenía más tranquila

- Lo soy mamá. Muchísimo. Naike me hace muy feliz

- Me alegro mucho mi niño. Estas enamorado, se te nota en la cara, y a ella también. No podéis disimularlo ninguno de los dos

- Si que estoy enamorado mamá. La quiero con locura. Y ella también me quiere

- No sabes como me alegro Sergio. Te lo mereces tanto. Ya era hora de que encontraras alguien tan especial para ti

- ¿Qué te parece Naike mamá? - Sergio se fiaba mucho de lo que decía su madre.

- Es un dulce de niña Sergio. Es cariñosa, amable, divertida y le gusta mucho el fútbol

- Si, si me da mucha caña cuando no lo hago bien

- Y se nota que te quiere. Y puedes tener una conversación normal con ella. Sabes que no me gusta comparar con ya sabes quien, pero si lo hago, ella gana por goleada. Me ha encantado Sergio, de verdad. Es una buena chica

- Lo es mamá, lo es

Sergio abrazó a su madre contento. Y ella feliz de ver que su hijo por fin, había encontrado a alguien que lo quería de verdad. Después de lo que había sufrido por culpa de Paula, Naike era el amor personificado. Estaban encantados con ella.
Estuvieron hablando un rato más y cerca de medianoche, sus padres se acostaron. Sergio llevó a Naike al jardín. Se sentó en una de las tumbonas. Ella se tumbó a su lado. Estuvieron abrazados un rato en silencio mirando las estrellas. Sergio acariciaba sus hombros con suavidad.

- A mi madre le has encantado

- Y a mi ella. Es un amor Sergio. Y tu padre es increíble. Sabe un montón de música. Le he prometido que iría con él a algún concierto

- ¿En serio?

- Si. Me encantan tus padres

- Y tú a ellos. ¿Cuando quieres ir a ver a tu madre?

- Pues si tienes tiempo, me gustaría ir mañana, pero sino, no pasa nada, puedo ir sola

- De eso nada. Voy contigo. Me apetece mucho conocerla

- ¿Estas nervioso por lo del martes?

- Solo un poco, no te lo voy a negar. Dicen que van a abrir las puertas para que el que quiera entre a ver la presentación

- Seguro que va mucha gente

- Bah. No creo. No soy Messi

- No, no lo eres. Tú estás más bueno - Naike acarició su mejilla y le dio un beso. Volvió a poner su cabeza en su pecho dejando que él siguiera acariciandola

Eras tú lo que quería (Cross 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora