Eras tú lo que quería (Cross 4)

62. La convocatoria de la selección

Sergio miró la televisión con una mezcla de emociones enorme. Por un lado estaba feliz de ir a la Eurocopa, pero por otro estaba triste por dejar a Naike y a su bebe tantos días sola. Ella lo abrazó muy feliz y él se dejo envolver por sus brazos.

- ¡Vas a ir a la Eurocopa! -le dijo Naike abrazándolo y riéndose

- Si, voy a ir -contestó Sergio taciturno

- ¿Amor? ¿Porqué estás triste?

- Joder rubia. Voy a estar muchos días sin vosotras. Y me jode mucho. Muchísimo -Sergio bajó sus ojos al suelo con las lágrimas saltadas

- Mírame Sergio -Naike le dio un suave beso en los labios e hizo que él levantara la cabeza para mirarla- eres el mejor. Por eso te han convocado. Y nosotras vamos a estar aquí cuando vuelvas, que digo, me voy a Portugal para verte jugar

- Naike, ¿y el bebe?

- Escucha, estoy de 5 meses, aún puedo viajar. Además, no estaré sola. Seguro que Andrea y Maya también van. Porque mira que lo de Isco si que ha sido una sorpresa

- Se lo merece. Ha hecho una temporada que te cagas en el Getafe

- Pues eso. Que tenemos que celebrarlo. Pero primero hay que hacer la maleta que tienes que estar mañana a mediodía en Las Rozas

- Deja la maleta por ahora

Sergio recibió la llamada de sus padres en su móvil. Naike le dió espacio para que hablara con ellos. También recibió mensajes de varios compañeros y llamadas de teléfono que tuvo que contestar. Cuando terminó, Naike estaba en el dormitorio buscando la maleta.

- Rubia -le dijo Sergio cogiéndola de la mano- te he dicho que dejes la maleta

- Pero...

- Sin peros. Que lo único que yo quiero ahora es sentarme tranquilamente y disfrutar de mi mujer las horas que me quedan

- ¿Has dicho mi mujer? -le preguntó Naike mordiéndose los labios.

- Pues claro amor -Sergio la abrazó por la cintura y besó sus labios- mi mujer, la madre de mi hija, el amor de mi vida...lo eres todo para mi Naike

Sergio la besó profundamente perdido en esos labios que tanto le gustaban. Era adicto a sus besos. La llevó de la mano al sofá y se sentaron juntos. Naike puso su cabeza en sus hombros y él le subió la camiseta para acariciar su hinchado vientre.

- Me haces cosquillas -le dijo ella riéndose. Sergio se apartó de ella y bajo su cabeza hasta su barriga

- Pequeña -le dijo él acercando su boca- te quiero mucho mi vida. Tienes que cuidar mucho a mami mientras yo no esté. Que voy a estar pensando mucho en vosotras y os voy a echar mucho de menos

Naike acarició su pelo aguantándose las ganas de llorar. No quería hacerlo porque entonces Sergio se sentiría peor todavía y quería que se fuera tranquilo a la concentración. Él siguió acariciando su barriga y bajó su mano lentamente hasta rozar el borde su pantalón. Naike contuvo la respiración cuando metió la mano por dentro de sus braguitas tocando su clitorís, el cual palpitaba deseoso de sus caricias. Sergio movió sus dedos en círculos bajándolos hasta su abertura. Se los mojó con su humedad y la esparció por todo su sexo sin dejar de mover sus dedos. Naike jadeaba ansiosa. Estaba perdida en sus caricias tan lentas. Estaba disfrutando tanto con su toque. Sergio siguió rozándola, provocándola, hasta que ella no pudo más y se arqueó corriéndose satisfecha. Él saco los dedos de dentro de sus braguitas y se las bajó poco a poco llevándose los pantalones de camino.

La miró a los ojos mientras se quitaba el también la parte de abajo de su ropa. Naike se acomodó en el sofá y abrió sus piernas para permitir que él se acoplara junto a ella. Sergio acarició su mejilla, le dio pequeños besos en la frente, en la cara y en los labios. Lentamente fue entrando en su interior. Era la gloria estar dentro de ella.