Eras tú lo que quería (Cross 4)

4. El encuentro en el estadio

MIERCOLES

Había veces que Naike odiaba su trabajo. Pero eran muy pocas. Ésta no era una de ellas.
Estaba en el Tottenham Hotspur Stadium. Llevaba un buen rato por aquí supervisándolo todo. En la mano llevaba su tablet y en los oídos el manos libres. Por suerte hasta ahora, todo lo que revisaba estaba bien. Pero siempre había imprevistos, por eso lo de hoy era muy importante. Íba de camino al terreno de juego para comprobar cómo empezaban a poner el escenario. Miraba su tablet muy pensativa. No podía fallar, sobre todo siendo el concierto de quien era. Sin darse cuenta no pudo evitar chocarse con algo, o más bien con alguien. Un cuerpo duro, desde luego. Tuvo un dejavu, esto ya lo he vivido pensó. Alzo sus ojos y su corazón se paró. No podía ser, su dios griego moreno estaba aquí. Respiró fuerte y tragó saliva muy nerviosa. Él la miró también sorprendido. De los sitios donde esperaba encontrársela, este no era uno de ellos.

- ¿Otra vez siguiéndome rubia? –le preguntó él sonriendo

- ¿No serás tú el que me sigues?

- ¿Yo? Trabajo aquí guapa

- ¿Si? ¿Qué eres, el aparcacoches? –Sergio la miró sorprendido. Ella no sabía quien era, joder, no tenía ni idea. Y por dios que eso le gustó todavía más

- ¿Qué haces aquí rubia?

- Trabajando

- Que yo sepa no hay chearleaders en el equipo

- Ja, ja. Me parto y me troncho

Naike lo miró furiosa e intentó seguir su camino, pero él la agarró del brazo para que se detuviera. Ella sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo cuando él la tocó. Sus manos estaban calientes y eran suaves. Alzó su mirada y lo miró.

- Aún no sé tu nombre rubia

- Ni falta que te hace. Y ahora si no te importa, me gustaría que me soltaras porque tengo mucho trabajo que hacer...

- ¿Estás con los del concierto?

- Y a ti que te importa idiota

- Oh, vamos, creo que ya vale

- Tú empezaste

- ¡Sergio! –le llamó el preparador físico- ¡venga vamos, te toca!

- Venga idiota, que te llaman para mover los coches...

Naike se soltó de su agarre y prosiguió su camino hacia el terreno de juego. Cuando pasó a su lado le sacó la lengua y él no pudo evitar reírse.

El campo era enorme. Nunca había visto un partido de fútbol, y eso que vivía muy cerca de aquí. Andó un poco más adentrándose en el terreno de juego y con su tablet comprobó todas las especificaciones. Un chico moreno se situó al lado de ella.

- ¿Dónde vas a poner el escenario? –le preguntó curioso

- En el campo –le contestó ella irónica mirándolo fijamente

- ¿Dónde? - preguntó él fastidiado

- En la parte derecha –el chico la miró y asintió- ¿ves? Ya han empezado a montarlo. Está noche estará listo y mañana podrás ensayar tus gorgoritos

- Bien, por lo menos sé que me escuchaste y has tenido en cuenta mi opinión...

- Siempre tengo en cuenta tu opinión...tú eres el cantante...tú eres el que va a dar el espectáculo, yo sólo puedo hacerte recomendaciones...

- Y siempre aciertas Nai...

- Es mi trabajo

- Es algo más que tu trabajo. Eres muy buena. Deberías dejarlos y venirte conmigo de gira...