Sergio Reguilon acaba de llegar a Londres para jugar en el equipo inglés del Tottenham. Lejos de su familia y de su novia tendrá que adaptarse a una vida nueva en un país nuevo.
Naike vive en Londres desde hace un par de años. En las clases de coci...
Naike, Cristina y Susana acababan de terminar de cenar. Estaban en casa de la rubia arreglandose para irse a casa, de Sergio. Se habían bebido 2 botellas de vino entre las tres, aunque Naike lo había mezclado con refresco de limón para no emborracharse. Salió de su cuarto con el vestido que iba a llevar. Uno negro con escote redondo por encima de las rodillas.
- ¿No iras a ir así? - le preguntó Cristina alzando una ceja
- Si, ¿que pasa? - respondió ella mirándose de arriba a abajo
- Pues que parece que vas a un entierro. Con la de vestidos que tienes en tu armario
Cristina entró en su cuarto y rebuscó entre su ropa hasta dar con lo que quería. Le sacó un vestido y se lo dió.
- Toma, ponte este - le dijo tendiéndole el vestido
- Joder, es que este...
- ¡Ni este ni nada! ¡Que te lo pongas! Fucking girl!
Naike cogió el vestido a regañadientes y entró al cuarto. 10 minutos después salió con el puesto y las chicas le aplaudieron.
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- Ahora si estás para echarte un polvo - le dijo Cristina- honey, you are hot
- Pues no me apetece mucho, la verdad - le contestó ella poniéndose unas sandalias negras. Se había alisado el pelo rizandolo en las puntas y el maquillaje que llevaba era muy natural. Eso sí, los labios los llevaba bien rojos.
- Siempre apetece Naike
- Bueno, mira, aprovecha tú luego con Eric... - le dijo Susana irónica
- Uy, Eric. Ese ya está desfasado - dijo Cristina haciendo aspavientos con su mano. Naike miró a Susana y vio que su amiga se ponía tensa- una vez que te lo has follado, no da para más el pobre...
- Bueno, deberíamos irnos ya - dijo Naike cambiando de tema
Las tres amigas recogieron sus bolsos y sus abrigos y salieron del piso. Iban andando hacia la casa de Sergio. La verdad es que vivían bastante cerca. Iban agarradas del brazo riéndose. Divisaron su casa a los pocos metros. Tenía las luces de la primera planta encendidas. Llegaron allí y llamaron a la puerta. Y a Naike se le cayó el mundo a los pies cuando fue Paula ni más ni menos quien les abrió la puerta.
- Hola - dijo ella mirándolas sorprendida- ¿os puedo ayudar?
- Venimos a la fiesta - dijo Cristina tomando la palabra - somos amigas de Sergio
- Ah, eso lo diréis vosotras, porque yo no os conozco de nada. A ver si habéis venido a colaros a la fiesta - Naike apretó los puños dentro de los bolsillos de su abrigo. Era una imbecil
- ¡Paula! ¿Quien es? - preguntó Sergio apareciendo por detrás
- Pues unas que dicen...
- Ei, chicas - dijo Sergio apartando a su novia de la puerta - entrad, que hace frío
