1. La Boda

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Primeros de Julio

Siempre es bonito ver casarse a dos personas que se quieren. Y más cuando has vivido tan de cerca su historia de amor. Los novios se miran, se hablan y se besan con mucho amor en sus caras. Y él no podía dejar de sentir algo se envidia, porque a pesar de llevar 1 año con Paula, entre ellos no había ese amor tan grande que veía en los novios. Y a veces pensaba que a lo mejor lo que tenían puede que no fuera suficiente. La quería, si que la quería. Pero no era un amor de esos tan desesperado de los que te cuesta respirar cuando la otra persona no está. Es más, había veces que ni hablaban en todo el día y no la echaba de menos.

Sergio cogió de la mano a su novia y fue a darle la enhorabuena a los novios. Ella estaba muy guapa con su vestido y él muy elegante. Cuando lo vieron llegar, ambos sonrieron contentos. Maya, la novia le dio un cálido abrazo.

- ¡Gracias por venir! Como me alegro de verte Sergio - le dijo ella abrazandolo

- Gracias por invitarnos - le contestó él con total sinceridad aunque Paula lo miraba todo con hastío

- ¿Ya has encontrado casa en Londres?

- Si, me ha costado pero si, la he encontrado.

- Me alegro mucho. ¿Cuando os vais? - dijo mirandolos a las dos

-Oh, yo no me voy, sólo se va él - contestó Paula

Maya la miró forzando una sonrisa viendo como su amigo la miraba apenado.

- ¿Y eso? - insistió Maya.

- Bueno yo...iré a verle de vez en cuando... no puedo dejar mi trabajo aquí...

- Pero si eres youtuber... puedes hacerlo desde donde quieras

- Soy influencer - recalcó ella algo enfadada- y me debo a mis marcas

- Ah, claro - Maya la miró irónica. No le gustaba nada esta chica y menos para Sergio. Se dirigió a su amigo ignorando a la morena - bueno, espero que te vaya bien. Si vamos al piso de Londres iremos a verte

- Ojalá podáis - le contestó él con sinceridad. Iba a estar solo allí, no conocía a nadie porque el grupo de futbolistas españoles que jugaban en la premier están desperdigados por toda Inglaterra.

Siguieron hablando un rato más hasta que Sergio notó como Paula se enganchaba de su brazo  y comprendió que no quería seguir hablando. Se despidió cortesmente y empezaron a andar hacia la barra.

- Vámonos Sergio, me aburro -le dijo ella poniendo morritos

- ¿Y yo qué quieres que haga? -le dijo él fastidiado- te dije que no vinieras si no querías

- ¿Y qué diría la gente? Mañana cuando llegue a casa voy a tener muchos seguidores esperando que les cuente detalles de la boda

- ¿Para eso has venido? No deberías contar nada de lo que pasa aquí. Paula es una boda privada, metételo en la cabeza.

- No tan privada guapo, que mira cuanta gente hay aquí

- Si, pero ese no es tu problema ¿vale? Marcos y Maya son mis amigos y no me hace ni puta gracia que cuentes nada de ellos por youtube

- ¿Y si lo hago qué? ¿Que vas a hacer tú, eh?

- Mira Paula, te lo estoy pidiendo por favor. Pero ¿sabes que? Que hagas lo que te salga del coño, siempre lo haces

Sergio se dió la vuelta y fue a la barra a pedirse algo. Necesitaba un trago, sin alcohol, pero lo necesitaba. A veces la actitud de Paula lo cansaba. Esas ansías de redes sociales le agotaban. Su mundo eran seguidores, tweets, comentarios...y él no era muy dado a eso. Había salido en un par de videos de ella, más porque a Paula le hacía ilusión que por otra cosa. Pero no le llamaba la atención. Es cierto que tenía instagram y twitter, pero lo dedicaba a informar de acontecimientos suyos del equipo. Una vez se hartó tanto de esto que decidió terminar con ella. Pero Paula se puso histérica y lo llamó llorando a altas horas de la madrugada, prometiendole que le haría más caso y que se moriría si no estaban juntos. Así que decidió darle una oportunidad más, algo de lo que se arrepentia muchas veces.

Una chica castaña se puso al lado de él en la barra. Pidió una copa de vino. Sergio se dió la vuelta y cuando la vio, le sonrió.

- ¿Te lo estas pasando bien? -le preguntó ella

- Si hubiera venido solo, seguro que me lo estaría pasando mejor... -le responde él

- Ay, Sergio. ¿Tú sabes que te adoro, verdad?

- Lo sé Claudia, venga, dispara...

- No eres tú cuando estás con ella. Tu alegria, tu humor, tus ganas de pasártelo bien...no las tienes cuando estais juntos...¿te has dado cuenta?

- Si ella no es mala Claudia, es sólo que...tiene mucho estress con su trabajo...

- Ya claro, hacer 4 fotitos y un par de videos es muy estresante, más que intentar mandar un técnico a un pais africano para arreglar la canalización de un hospital, intentar organizar el alojamiento de cientos de niños cuya escuela ha sido destruida por las riadas...si, lo suyo es súper-estresante...

Sergio miró a Claudia con una mueca. Ella siempre tenía razón. No era la primera persona que le decía que Paula no le convenía. Y no era porque quisiera fastidiar a todo el mundo y no darles la razón, es que era su primer amor y cuando no estaba con ella, la echaba muchisimo de menos. Aunque últimamente sentía que las cosas no iban bien entre ellos. Aunque la costumbre de estar con ella no le dejaba avanzar.

- Pero mira -siguió diciéndole su amiga- quizás el hecho de que te vayas al Tottenham y que no os veaís tanto sea bueno...

- No sé que bueno puede tener estar lejos de mi novia...

- Pues que os unirá más o al revés...Sabes, ojalá, ojalá, conozcas a alguien que te quiera como tú te mereces 

- ¿Y como es eso?

- Te darás cuenta Sergio, te darás cuenta. Pondrá todo tu mundo patas arriba con solo mirarte...

Claudia se acercó a él y le dio un beso en la mejilla, dejándolo todavía más confundido. Sergio siguió bebiendo de su bebida. Se dio la vuelta para ver la fiesta y se preguntó si alguna vez sería él el que estuviera en la pista bailando con su mujer y otros en la barra mirándolos. Paula se acercó a él y le susurró en su oido.

- Oye, ¿porqué tú y yo no seguimos la fiesta en mi casa? Concretamente en mi habitación...

Sergio la miró y vio que ella alzaba sus ojos y le ponía morritos. Y digan lo que digan, él la queria. A su manera, pero la quería. Le sonrío y asintió . Terminó su copa y la cogió de la cintura para darle un apasionado beso. Le daba igual lo que pensara la gente, era su vida y la iba a vivir como quería . Miró a la pista de baile para ver a Marcos y a Maya como se miraban enamorados. Y no pudo evitar admitir que en su corazón había un pedacito que todavía esperaba esa clase de amor.

Eras tú lo que quería (Cross 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora