Eras tú lo que quería (Cross 4)

8. Paseo Nocturno

Naike entró al camerino de Adam nerviosa. Conocía a su amigo y a veces no tenía filtro. Siempre decía lo que pensaba. Allí dentro había mucha gente. Él estaba sentado en un sofá comiendo un sándwich, en cuanto la vio, sonrió ampliamente y se puso en pie. Naike fue a su encuentro y ambos se abrazaron durante un rato.

- ¡Ha sido alucinante! - le dijo ella riéndose

- ¿Te ha gustado?

- Muchísimo

- ¿Mejor que en París?

- Ni punto de comparación.

- ¿Te ha gustado la dedicatoria? - le pregunto él riéndose

- Siii. Me ha encantado. Muchas gracias - Naike lo abrazó y lo besó en las mejillas. Adam giró su cabeza, se fijó en Sergio y se separó de ella

- Hola -le dijo acercándose a él. Sergio lo miró- tú debes ser Sergio

- Si, y tú Adam.

- Exacto. De cerca estás mucho más bueno -Adam lo miró y le tendió la mano. Sergio le dió un fuerte apretón mientras Naike los miraba rodando sus ojos

- Y tú más alto -Adam se rió. Le había gustado que no se sintiera intimidado por él. Lo observó unos segundos evaluándolo. 

-  Si, suele pasar. Me muevo tanto en el escenario...y fuera de él, claro...¿te ha gustado el concierto?

- La verdad es que sí, lo que haces es un auténtico espectáculo...

- Casi como tú los fines de semana...

- ¿Te gusta el fútbol?

- Nah, pero creo que ahora me voy a volver fan del Tottenham...

- Pues cuando quieras te invito a un partido...

- Te tomo la palabra...bueno chicos, comed algo, creo que acabo de dejar a los londinenses babeando por mi porque han llenado el camerino de comida... 

Adam le dió una palmada a Sergio en el brazo y les guió hasta la mesa del catering, la cual, estaba a rebosar. Naike cogió un par de canapés en un plato y un refresco. Sergio la imitó. Se pusieron en una esquina viendo como la gente adulaba a Adam.

- ¿Que te dije? -le preguntó Naike mientras mordisqueaba el canapé

- Tampoco ha sido para tanto rubia -el móvil de Sergio vibró en su bolsillo. Él lo ignoró.

- Te suena el móvil

- Son whatsapp

- Oye, estoy enfadada contigo -le dijo ella dándose la vuelta para mirarlo. Sergio la miró a los ojos perdido en su azul cielo

- ¿Que te he hecho ahora? -le respondió sonriendo

- Lo has invitado a un partido y a mi no, y nunca he visto un partido de la liga inglesa...

- A ver rubia, se supone que si él va a vernos, irás tú con él...pero desde luego que tú estás invitada, además cuando quieras, no tienes ni que decirlo...

- Vale, te perdono. Oye, ¿a que hora te vas el lunes a Madrid?

- Me voy mañana a mediodía. Quiero ver a a mi novia antes de concentrarme con la selección... - Sergio miró la cara de Naike y pudo ver algo de decepción en su rostro. Por un lado eso le gustó porque significaba que a ella también le gustaba él, y por otro se sintió mal por tener estos pensamientos. Había pensado quedarse el domingo e irse el lunes. No sabía si podría ver a Paula. Iba a darle una sorpresa. Pero después de como se lo había pasado en el concierto, decidió que tenía que alejarse de Naike y aclarar algo sus ideas. Estaba empezando a gustarle la rubia y eso estaba mal.