Eras tú lo que quería (Cross 4)

42. El Último Partido

Naike amaneció encima de Sergio. Sonrió feliz al sentir sus dedos acariciando su espalda. Levantó la cara y lo miró.

- Buenos días amor - le dijo ella besando sus labios

- Buenos días preciosa. ¿Estas bien?

- De maravilla. Me encanta tu tatuaje -Naike recorrió el tatuaje que tenía Sergio en su hombro derecho. Se había tatuado unas alas de ángel. Ella lo vió anoche y no pudo evitar emocionarse cuando él le explicó que se lo había hecho por ella

- Era una bonita forma de llevarte siempre conmigo

- ¿Cuándo te lo hiciste? -Naike le besó el hombro 

- A los pocos días de irte a Estados Unidos. 

- Es precioso. Te quiero mucho Sergio

- Y yo a ti también Naike. Venga que te invito a desayunar y luego te llevo a trabajar

- Me parece estupendo. ¿Me recoges luego?

- Por supuesto - Sergio la besó sonriendo - y luego nos volvemos a la cama

- ¿Ese es tu plan para hoy? –le dijo ella risueña

- Para hoy, para mañana...

- Me apunto entonces –se volvieron a besar en los labios. Naike puso su cabeza en su pecho escuchando el corazón de su chico

- ¿Vendrás el sábado al partido? Es el último de la liga, y jugamos en casa. Y no sé, puede que sea mi despedida del Tottenham

- Claro que iré. No me lo perdería por nada del mundo

- ¿Te pondrías mi camiseta Naike? Es que me haría mucha ilusión

- Por supuesto. No tienes ni que pedírmelo. Oye, lo mismo deberías mirar tu móvil a ver lo que ha pasado esta mañana.

- Ahora. Por si no te has dado cuenta estoy ocupado –le dijo bajando sus manos hasta ponerlas en su trasero. Se lo levantó para acomodarla encima suya. Naike jadeó al sentir su erección clavarse justo en su centro

- Si, ya lo noto ya

- Pues lo vas a notar la próxima media hora

- ¿Media hora? –le preguntó ella riéndose

- Más o menos. Anda ven aquí que te tengo unas ganas que no son ni normales rubia

Naike alzó su cabeza y besó a Sergio profundamente. Las manos del chico estaban por todas partes de su cuerpo. Sacó un preservativo de debajo de la almohada y se bajó los calzoncillos para ponérselo.

- ¡No me lo puedo creer! –le dijo Naike sorprendida- ¿los guardas debajo de la almohada?

- Pues claro, así no perdemos el tiempo –le dijo él cuando ya lo tenía puesto- anda venga, súbete que no tenemos todo el día

Sergio le dio una palmada en el culo a Naike y ella se hizo la ofendida. Aunque le encantaba estar con él. Se reía mucho cuando estaban juntos.

Media hora después, ya estaban vestidos y preparados para irse. Mientras Naike terminaba de peinarse, Sergio cogió su móvil y vió que tenía múltiples llamadas de su agente. Decidió llamarlo sentándose en la cocina. Naike entró y lo vio terminar la llamada. Se puso unas sandalias doradas y preparó su bolso. Sergio la abrazó por detrás besando su cuello. Ella se dio la vuelta y le sonrió. Lo que vio en la cara de su novio era felicidad.

- Ya está hecho Naike. Ya soy nuevo jugador del Real Madrid

Naike pegó un chillido y se arrojó a sus brazos. Él la abrazó muy fuerte y la levantó del suelo girando sobre sí mismo. El sueño de su vida era triunfar en el equipo blanco. Y después de la temporada que había echado en el Tottenham, sabía que ahora sí lo iba a conseguir.