Maldita sea.
Estaba bailando con Ali, pasando tiempo con ella, a punto de besarla, pero llegó Cassandra y arruinó todo. ¿Y para qué? Pues no lo sé, porque no me lo dice.
Me acerco a ella pero aún conservando una distancia razonable, y me cruzo de brazos, tratando de tranquilizar mi respiración por el baile. El baile que estaba disfrutando hacer junto a Ali, quien se fue un tanto ¿enojada? Tal vez le dieron ¿celos? ¿Me cela?
Noah, luego piensas en eso, habla con la chica frente a tí.
—¿De qué querías hablar, Cassandra?
—Te quería invitar a comer en el restaurante en el que trabajo, el de aquí al lado —se comienza a acercar a mí.
—Oh, emmm, si, yo algún día iré.
—Bueno, yo pensaba en algo más... solos tu y yo —toca mi cuello el cual está sudado por el baile que había hecho junto a Ali.
Ali.
Bailar con ella fue tan increíble y genial, se sintió como si lleváramos toda una vida bailando juntos, como si nos amaramos.
En mi caso, ese sentimiento si existe.
—... de precio así que, es genial —habla Cassandra, sacándome de Alilandia, mi lugar favorito —¿Qué dices?
No había escuchado nada de lo que había dicho.
—Emm, Cassandra, mir...
—Ay, dime Cassi, Cassandra me decía mamá cuando me regañaba —chilla.
—Cassandra. —repito, a lo que ella rueda los ojos —No quiero darte "esperanza" o algo parecido, no estoy interesado en tí ni en tener nada contigo —confieso, mirándola.
Su cara es una de asombro, luego pasa a una de confusión, y por último se comienza a carcajear.
¿Qué le pasa?
—Que gracioso eres, pequeño Noah —dice cuando logra calmar su risa.
—No bromeo —digo sincero, mirándola a los ojos sin mueca alguna en la cara
—Si, cómo digas, nos vemos luego para decidir cuando tendremos nuestra cita. Adiós —se despide de mí, dándome un beso muy cerca de mi boca.
Iugh.
Sale y cierra la puerta, sacudo mi cabeza liberando mis pensamientos y comienzo a guardar mis cosas en mi mochila, cierro la academia y salgo.
¿Debería tener miedo de que Cassandra no haya aceptado desde un principio el que yo no quiera nada con ella? Tal vez.
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•Toco el timbre y a los pocos segundos me abre la señora Amelia, quien me invita a pasar con una gran sonrisa.
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Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...