La presión en mi pecho ya está presente desde que Betty me dijo que le había pasado algo a Clau, pero ahora es más fuerte, impidiéndome un poco respirar. Hago mi mayor esfuerzo para que mis manos temblorosas no suelten el celular, al igual que mis ojos no suelten las lágrimas que ya amenazan con salir. Mi corazón late con desesperación, al igual que mi pecho el cual sube y baja rápidamente, tratando de buscar aire.
—¿Qué? Eso no puede ser, Betty, ¿estás segura? —mi voz sale entrecortada por las ganas de llorar.
—Si, eso me dijeron los Doctores. Te mandaré la ubicación para que vengas —informa, sollozando.
—Está bien, Betty. Gracias por avisarme, estaré allí lo más rápido posible —cuelgo.
—Alison, ¿qué pasó? —inquiere Lucas.
Tengo un gran nudo en mi garganta, no puedo hablar, me siento terriblemente mal, me siento fuera de mí, desconcertada. Y sin poder evitarlo más, comienzo a llorar descontroladamente.
¿Qué tan grave está? ¿Y si todo se complica y ella muere? Lo último que le dije fue que iría a conquistar a un idiota, y eso no puede ser lo último que ella escuche de mí.
Ali, tranquila, ella no va a morir. Ella estará bien.
Luther me envuelve en sus brazos instintivamente y comienza a masajear mi espalda, tratando de tranquilizarme.
—Ali, ¿qué pasó? ¿Qué le pasó a Clau? —indaga ésta vez el pelinegro.
Las lágrimas y los sollozos no me dejan hablar, en mi cabeza no se repiten más que esas palabras.
"Claudia tuvo un aborto espontáneo"
¿Estaba embarazada? ¿Por qué no me lo dijo? ¿Por qué abortó? ¿Quién era el padre? ¿Ella al menos lo sabía? ¿Cómo está ella?
Esas y otras miles de preguntas se pasan por mi cabeza, pero no son más que eso; preguntas sin ninguna respuesta.
Luego de algunos minutos, logro tranquilizarme, mi teléfono suena, indicándome que Betty me había enviado la ubicación del hospital.
Debo ir.
—Alison, siéntate —ordena Demon.
Me toma de la cintura, separándome de mi hermano, y me lleva hasta una silla. Escucho a Luther refunfuñar pero Lucas lo detiene.
—¿Qué pasó? —pregunta ahora el rubio.
No respondo nada, solo suspiro.
Estoy harta de esa pregunta. Si me vuelven a preguntar eso, juro que...
—Alison, ¿qué pasó? —inquiere Noah, acercándose a mí.
Toma mi mentón y lo alza, haciendo que nuestras miradas se conecten. En la suya puedo ver preocupación. Encuentro mi voz y hablo.
—Claudia abortó.
Los tres pares de ojos se abren a más no poder, el pelinegro se agarra la cabeza y cierra los ojos con fuerza. Yo vuelvo a caer en llanto.
Esto es un asco.
Noah chasquea la lengua, se acerca a mí y me abraza. Yo le correspondo el abrazo de inmediato y entierro mi cara en su pecho, haciendo que su camisa se moje por mis lágrimas.
—¿En dónde está? ¡Alison! ¿En dónde está? —pregunta Luther completamente desesperado.
—Tranquilízate —ordena Noah.
Yo solo le enseño el mensaje de Betty y él toma mi teléfono para salir disparado del club. Me separo de Noah y corro trs mi hermano. Él se monta en el auto y yo me monto en el asiento de copiloto, segundos después Lucas y Noah se suben en el puesto de atrás, y antes de que éste último puedo cerrar la puerta, Demon aparece.
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Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...