36 "Droga"

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Parte 3/5

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Parte 3/5

2:37 AM

Un trago de cerveza yace en mis manos a pesar de haber "prometido" no tomar nada. Tomo un sorbo y mi lengua pica por el agrio sabor, lo paso por mi garganta y ésta se calienta a su paso, llega a mi estómago y cierro los ojos para disfrutar esa sensación relajante y refrescante.

El licor es vida.

Veo a Luther acercarse y de inmediato oculto el vaso detrás de mí. Lo observo caminar lentamente, como si estuviera en una película en cámara lenta.

Lleva una camisa blanca clásica y una chaqueta de jean negra encima, un pantalón negro y los tenis blancos clásicos.

Muy sencillo para otros, pero perfecto para mí.

—¿Estás bien? —pregunta cuando llega a mi lado.

Asiento —Si, estaba viendo a Ali.

Señalo la colorida pista de baile en donde hay muchas personas.

De solo verlo me asfixio, demasiados cuerpos juntos.

Luther parece buscar sin éxito a la castaña por algunos segundos, hasta que la encuentro y ríe. Su falda negra da vueltas junto a ella mientras brinca y "baila", si a eso que está haciendo se le puede llamar "bailar". Río por los movimientos de mi amiga y mientras la veo, de la nada siento un mareo, por lo que me agarro del brazo de Luther, haciendo que mi vaso se derrame un poco aún detrás de mí por mi tambaleo.

—Hey, hey, tranquila. —me toma de la cintura, ayudándome a estabilizarme —¿Estás bien?

—Estoy bien, ya deja de preguntarme eso —chillo con fastidio.

—Ok, gruñona, solo me preocupo por tí —alza las manos en rendición.

Dirijo mis manos a el borde de mi short azúl y lo bajo ya que se me había enrollado, olvidando por completo que el pelinegro no debe ver el vaso.

—¿Estás bebiendo? —abro mis ojos como platos.

—Claro que no, le estoy cuidando el trago a un amigo —digo la excusa que había ensayado en mi cabeza.

Él suspira —Claudia, sabes que no debes beber, no hasta que descubramos...

—¿Qúe descubrirán? —pregunta el ojiverde, llegando a nuestro lado —Uh, estás bebiendo, genial. —dice al ver el vaso en mi mano, ignorando la pregunta que él mismo había hecho —Ven.

Me hala del brazo, alejándome de Luther, sin darme tiempo a reprochar. Llegamos a una mesa de Ping-Pong. Hay muchos chicos y algunas chicas, la mesa está repleta de vasos llenos de lo que supongo es licor. Miro a mi izquierda, encontrándome con una puerta de madera, al frente está el "patio", por llamarle de alguna forma, al que habíamos ido Noah y yo cuando llegamos, en el cual hay una piscina y dentro de ésta hay dos personas, follando.

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