Al llegar a la casa de Trevor, el sentimiento de tranquilidad me invade, estoy cansada y quiero dormir, así que voy directo a la habitación de Trevor. Ya habíamos dormido juntos antes, no de la manera pervertida, solo dormimos.
Soy virgen.
No soy de esas típicas personas que dicen que "la virginidad es algo sagrado y hay que guardarlo hasta el matrimonio" y bla bla bla. Yo no pienso así, respeto que otros lo piensen, pero yo no. Es solo que aún no me siento lista para dar ese paso, pero sé que si lo hiciera, Trevor sería el más considerado conmigo, me preguntaría cada dos minutos si estoy bien.
Entro a la habitación, con Trevor pisándome los talones, me siento en la cama, soltando un gran suspiro, Trevor se mete al baño y yo me quito los zapatos, mientras lo espero. Cuando sale, yo me levanto para ir al baño.
Al terminar, salgo y al parecer él estaba esperándome, ya que apenas cruzo la puerta del baño me agarra de la cintura y me besa.
Es un beso tierno, cargado de sentimientos, como siempre suelen ser los besos de Trevor, pero en este hay algo más. Se empieza a intensificar y con su lengua me lame los labios como pidiéndome permiso para entrar en toda mi cavidad bucal. Luego de un tiempo de besarnos comienza a tocar mi trasero, de una manera totalmente exitante; dando pequeñas caricias en el y luego apretándolo, me levanta a ahorcadas y yo enredo mis piernas en su cintura, mientras que él nos lleva con pasos torpes a la cama, me deja caer en cuanto llegamos sin dejar todo su peso encima de mí.
Deja mi boca para bajar a mi cuello, besando toda mi mandíbula en el camino, lo besa, muerde, y hala sin dejarme ningún chupón, o eso creo. Cuando comienza a bajar el cierre del vestido caigo en cuenta de lo que estamos haciendo.
Tendríamos sexo.
Mierda.
—Amor, para —le pido, dándole un pequeño empujón en el pecho para separarlo de mí.
—¿Qué pasa, linda? —pregunta con cara de culpa, como si hubiera hecho algo mal.
—Es que... —debatía conmigo misma si decirle o no, entre él y yo había mucha confianza y no tenía porque tener vergüenza —no me siento preparada aún para tener sexo —le digo,ntratando de no lastimarlo.
—Oh, amor, yo no planeo tener sexo contigo, no ahora, será cuando tú estés lista. Solo quería que diéramos un pequeño paso, llevamos dos años de noviazgo y ni siquiera te he visto desnuda. Solo quería experimentar nuevas cosas... contigo —dice mirándome fijamente, en sus ojos puedo ver lo cristalino que es con sus palabras y lo mucho que me desea.
Le respondo con un beso, hundiendo mis manos en su cabello, mientras me vuelvo a acostar y abrir mis piernas para que tuviera un mejor acceso sobre mí. Él termina de bajar el cierre, y me quita el vestido, dejándome solo en mis bragas negras ya que no llevo brasier.
—¡Dios! Amor, eres demasiado perfecta. —confiesa, viendo mi cuerpo como si fuera una obra de arte, y al parecer me lee la mente porque dice: —Eres una obra de arte, te amo —yo me sonrojo a más no poder.
Le iba a quitar la camisa pero él me detiene.
—No, hoy te toca disfrutar solo a ti, luego vendrá mi turno, si tú quieres, obviamente —no me deja reprochar ya que mete uno de mis pezones a su boca, y ¡Dios! Esto se sentía tan... ¡Ah!
—¿Te gusta? —me susurra seductoramente en el oído e inmediatamente empieza a atacar mi otro pezón, por lo que yo solo le puedo responder con un gemido.
¡Dios! Esto es exquisito.
Continúa bajando, dejando pequeños besos en el camino hasta que llega a mi zona baja, me mira pidiéndome permiso para quitarme mi ropa interior, a lo que accedo, pero antes de quitármela, me da un beso en el vientre.
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Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...