14 "Chismosos"

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¿Ustedes no se odian a sí mismos?

Porque yo sí, me odio absoluta y rotundamente un cien por ciento.

Luego de haber recibido ese mensaje de Noah, tiré el celular a el suelo, provocando que se me rompa.

Muy bien, Alison.

Ahora estoy sin celular y mis padres aún no saben, estoy esperando que mi cerebro se tranquilice para decirles de l mejor forma y así me compren otro.

Y, no, no se puede reparar, ya que, luego de que lo tiré, quise tomarlo y ver si tenía al menos un poco de vida, pero Sheldon fue más rápido que yo y le orinó.

No tiene arreglo.

Así que me toca estar sin teléfono por un tiempo, espero que no demasiado.

Vuelvo al mundo real, voy entrando a el infierno, es decir, la preparatoria, y en la puerta no me reciben de la manera que quisiera.

—Mira quien viene ahí —habla Lexi en cuanto me ve entrar.

—¿Qué quieres, Lexi? —pregunto con fastidio.

—Uh, alguien está de mal humor. —chilla, rodeándome y mirándome de arriba a abajo, espectante —Quería saber como está tu noviesito. —se detiene frente a mí.

Me quedo paralizada.

¿Cómo lo sabe?

—Es una lástima lo que le pasó, bueno, su cara tan hermosa ahora está llena de moretones —ronronea, tocándome el cabello con desprecio.

—¿Tú como sabes que tuvo un accidente? —cuestiono, mirándola a los ojos.

—Oh, querida, toda la preparatoria lo sabe, saben que lo llamaste y terminaste con él por teléfono, y él chocó apropósito en un intento fallido de suicidio.

Un momento... ¡¿qué?!

¿Cómo pueden pensar eso?

¿Por qué inventó eso?

Estoy en shock.

—¿En serio caíste tan bajo cómo para inventar esa historia de mí? ¡Tu ni siquiera sabes que fue lo que pasó! —le grito en la cara.

En este momento, estoy demasiado enojada, asombrada y anonadada como para pensar en lo que hago.

Nunca piensas lo que haces.

Cállate, ahora no.

—¿Cómo puedes pensar que yo conté esa historia? Primero; no es inventada. Y segundo; no la conté yo —dice, negando con la cabeza.

—¿Y esperas que me crea eso? —espeto en mi punto límite

—Le puedes preguntar a Ale, él esparció el rumor —confiesa, alzando una ceja junto a una pequeña sonrisa de victoria.

Precisamente en ese momento llega el ya mencionado, todos, al igual que yo, volteamos a verlo cual película. Comienzo a acercarme a él a paso rápido y seguro, con mucha rabia recorriendo mi cuerpo, una adrenalina atróz que me consume desde dentro me controla ahora mismo por completo.

En este momento no soy yo, la rabia me posee y me hace golpear con todas mis fuerzas la mejilla izquierda del pelinegro, haciéndolo caer al suelo.

—¿Qué coño te pasa? —espeta, tocándose la mejilla, adolorido.

—¿¡Qué me pasa!? ¡Me pasa que esparciste un puto rumor en esta estúpida preparatoria que es totalmente falso! —grito con todas mis fuerzas —¡Diles que es mentira! ¡Hazlo!

Irresistible Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora