—"... Tendremos un día nublado, cómo es casi siempre en nuestra hermosa ciudad..." —informa un hombre en la televisión.
Me remuevo bajo el edredón suave y caliente que cubre mi cuerpo, estiro mi brazo izquierdo y choca contra un cuerpo, cosa que me hace abrir los ojos inmediatamente, y al ver al hombre a mi lado, una sonrisa se forma en mi cara.
—Buenos días —saluda con voz roca y una sonrisa.
Está sentado con algunas almohadas en su espalda, recostado a la cabecera de la cama. Su cabello está desordenado y sus ojos están un poco hinchados, indicando que se acaba de despertar, su pecho está al descubierto y la sábana cubre desde su cadera para abajo.
Se ve totalmente perfecto.
—Buenos días —respondo.
—Lo siento, ¿te despertó el televisor?
—Si, pero no importa —me siento en la cama al lado de Noah.
Tomo mi cabello para hacer un moño alto, pero por algo llamado 'gravedad' el edredón cae hasta mi cintura, liberando mis pechos. Noah suelta una leve risita pícara, y me mira.
—¿Tan rápido quieres repetir? —pregunta con toda la egocentricidad de este planeta.
—Bueno, en realidad yo no hice que se cayera, pero, si quiero repetir —me muerdo el labio mientras lo miro divertida.
—Señorita Moore, —coloca una mano en su pecho descubierto, dramatizando —¿qué son esas cosas que dice?
Me río, negando con la cabeza y mirando a otro lado. Intento levantarme para ir al baño pero dos cosas me lo impiden.
Uno: la mano de Noah.
Dos: un fuerte dolor en mi entrepierna.
Vuelvo a caer en la cama con una mueca de dolor. Al instante, Noah me mira preocupado.
—¿Estás bien? ¿Te duele?
Solo asiento con la cabeza y el ladea la suya.
—Lo siento —hace un puchero.
—No es tu culpa, es culpa de tu pene gigante y de mi pequeña vagina —él ríe.
—Repito: ¿Qué son esas cosas que dice, señorita Moore? —bromea.
Suspiro y vuelvo a intentar levantarme, Noah coloca una mano en mi espalda baja para ayudarme, me envuelvo con el edredón y me dirijo al baño.
Luego de un rato, vuelvo a la habitación, tomo mis bragas, las cuales están encima de la lámpara, y me las pongo, luego me vuelvo a acostar junto a Noah y el sonríe.
—¿Qué? —pregunto, mirándolo.
—Oh, nada, es solo que, esperé mucho este momento, no te imaginas cuánto —confiesa.
Mis mejillas arden por lo que supongo que están sonrojadas.
Él causa ese efecto en mí.
—Eres tan adorable —dice, tomando mis mejillas y apretándolas con sus dedos.
—¿Crees que soy adorable? —asiente y yo bufo.
Me subo encima de él, cosa que provoca un pequeño dolor en mi entrepierna, el cual decido ignorar cuando nuestras partes se rozan por encima de la tela de mis bragas, haciendo que ambos soltemos un suspiro, mi mano se dirige a la parte de atrás de su cabeza, y mis dedos se hunden en su cabello. Miro sus labios carnosos, deseosa de probarlos y así lo hago.
Él dirige sus manos a mi trasero y lo aprieta fuertemente, haciéndome soltar un gemido en medio del beso. Echo mi cabeza hacia atrás cuando el pasa de besar mi boca a chupar mis senos. Mis manos se dirigen a su abdomen muy bien marcado y lo acaricio suavemente, el jadea ante mi acto y aprieta aún más mi trasero. Mi boca se dirige a su oído y chupo su lóbulo para luego susurrar:
ESTÁS LEYENDO
Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...