1 semana después
No veo nada, la oscuridad me envuelve por completo, limitando mi campo de visión. No siento nada, ni física, ni emocionalmente. Siento que estoy volando, pero mis pies están bien puestos en el suelo, más bien clavados a el. No puedo caminar. Mis manos pesan como toneladas de ladrillos y mi corazón está agitado, como si hubiera corrido una maratón.
De repente, una luz blanca, como reflector, ilumina una cama a unos metros de mí, es lo único que puedo ver puesto que lo demás sigue siendo total oscuridad. Hay un chico rubio sentado en la cama con sábanas blancas cubriendo de su cadera hacia abajo, está sin camisa. Él lee un libro atentamente, cuando es interrumpido por una chica castaña, vestida con camisa blanca de botones que le queda grande, seguramente propiedad de él, entregándole su desayuno en una bandeja de madera. Siento punzadas en mi corazón cuando la morena le da un beso bastante apasionado al chico, quien lo recibe gustoso, y siento otra punzada cuando ella no se separa de él, sino que aparta la bandeja con la comida y se sienta a horcajadas sobre él, puesto que esa chica es mi hermosa y amada Claudia.
¿Qué hace ahí con ese tipo? ¿Por qué lo besa? ¿Se olvidó de mí? ¿A caso no me ve?
Quiero correr, quiero golpear a ese tipo en la cara, quiero pedirle explicaciones a Claudia, quiero gritar por la desesperación, quiero... hacer cualquier cosa, pero no puedo. Estoy atrapado en mi cuerpo, no me muevo, solo observo la escena frente a mí. Los gritos que deseo expulsar están atorados en mi garganta, quemando todo dentro de mí.
Siento como si balas atravesaran mi corazón cuando veo como ella comienza a gemir por las embestidas que el maldito rubio le proporciona. Ella echa su cabeza hacia atrás disfrutando de lo que podría muy fácilmente ser mi peor infierno. Ella me ve. Me mira mientras sigue gimiendo, y una sonrisa se apodera de su boca, una sonrisa divertida, juguetona, como si no le importara nada de nada.
Quiero salir de aquí, pero no puedo moverme. Quiero gritar, pero no puedo siquiera abrir la boca. Quiero golpearlo, pero mis brazos están totalmente inmóviles.
Quiero irme.
Quiero irme.
Quiero irme.
¡Quiero irme!—¡Maldita sea! —grito, despertándome y sentándome de golpe en la cama.
Mi corazón va a mil por hora, mi frente está sudando y siento todos los músculos de mi cuerpo totalmente rígidos.
—¿Amor? ¿Qué pasa? ¿Estás bien? —inquiere esa dulce voz llena de preocupación.
Me volteo a verla. Tiene los ojos medio abiertos por la sorpresa con la que despertó. Su cabello está desordenado y mi camiseta gris con el logo de la banda 'Iron Maiden' está cubriendo su cuerpo.
Suspiro al darme cuenta de que todo había sido un sueño, bueno, una pesadilla, a decir verdad.
—Tuve una pesadilla —susurro, mientras me vuelvo a acostar, mirando al techo.
—¿Qué soñaste? —indaga ella, con su mirada clavada en mí.
—Soñé que... me estabas siendo infiel, con un chico rubio —cuento. Ella alza las cejas y luego ríe.
—¿En serio? —asiento —¿Y que hiciste al respecto? —se sienta a horcajadas sobre mí, por lo que conecto mis ojos con los suyos, los cuales están completamente negros, sumidos por el deseo, cosa que me sorprende pero me encanta.
—En el sueño no pude hacer nada, pero en la vida real si puedo —mi voz sale tan ronca que hasta yo me sorprendo.
—¿Y qué harás? —sus caderas se comienzan a mover en círculos sobre mi pene, cosa que me arranca un gruñido.
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Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...