—¡Baja a desayunar! —grita mamá, despertándome. Me estiro y me levanto.
—¡Ya voy! —respondo.
Me preparo para mi día y bajo.
—Buenos días, hija.
—Buenos días, mamá, ¿y papá? —pregunto al ver que no está desayunando cómo todas las mañanas.
—Tuvo que ir al trabajo más temprano hoy.
—Oh, ok.
—Hija, ¿no has hablado con tu hermano?
—No, debe estar ocupado, ya sabes, la carrera que estudia es difícil —digo, intentando sonreír pero me salió más cómo una mueca.
—Tienes razón. ¡Uh! Mira la hora, es súper tarde, ya tienes que ir a la preparatoria.
—¡Cierto! Hasta luego, mamá —digo agarrando mi mochila y saliendo de casa.
Me entretengo en el trayecto hacia la preparatoria, voy caminando ya que no queda tan lejos, observando la naturaleza, los pajaritos cantar anunciando la mañana. El recuerdo de mi hermano yendo conmigo a la escuela llega a mi cabeza repentinamente, él y yo éramos muy unidos, es decir, si, peleábamos en ocasiones como cualquier par de hermanos, pero nuestra conexión iba más allá de todo.
Y cuando se fue, mi corazón se rompió.
Además de que se fue a la otra punta del mundo: Londres, Reino Unido.
Me entretengo tanto que no me doy cuenta de que llegué a mi destino. Al entrar me encuentro con mis dos mejores amigos.
—¡Hola, cara de cola! ¿Qué tal estás hoy? —dice mi mejor amigo, Lucas, abrazándome.
—Bien, hoy amanecí algo nostálgica por mi hermano.
—¡Oh vamos, nena! Luther va a volver el mes próximo de la universidad, ya está por graduarse y volverá a casa contigo —dice mi mejor amiga, Claudia.
Ellos son prácticamente mis hermanos, los conozco desde que tengo memoria.
Lucas una vez quiso intentar algo conmigo, pero se dió cuenta de que yo no le gustaba, o más bien de que las chicas no le gustaban.
Con Claudia teníamos una relación muy fuerte, siempre estábamos la una para la otra y nos ayudábamos sin importar qué.
—Bueno, esta noche hay fiesta en la casa de Bryan —informa Lucas.
—Yo paso —digo, yendo a mi casillero.
—¡Ay vamos, amiga! ¿Desde cuándo te pierdes una fiesta?
—Es que justo hoy no puedo, tengo ensayo, y es muy importante.
Comencé a asistir a una academia desde que mi hermano se fue, según mamá para distraerme, ya que desde hacía años que le había dicho que me gustaba bailar, pero ella lo tomó cómo un simple capricho.
ESTÁS LEYENDO
Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...