Salgo disparado del escenario con un lío en mi cabeza, mamá comienza a felicitarme al igual que todos los del equipo, excepto Ariel, quien está furiosa, pero yo solo me dispongo a encerrarme en el camerino.
¿Por qué me besó? ¿Por qué mierda alteró así mis decisiones?
Yo tenía muy claro que la dejaría atrás, que nuestra relación no podía ser, que debía olvidarla. Aún estoy en el proceso de aceptarlo completamente. Pero ella, simplemente con un beso, deshizo mis planes. Sus labios son tan celestiales, los había extrañado, debo admitir.
Unos toques en la puerta interrumpen mis pensamientos.
—¿Quién?
—Soy Alison —emite en un hilo de voz.
¿La dejo entrar? Que más da, igualmente tengo que enfrentarla en algún momento. Me encamino a la puerta y la abro, Alison tiene su mirada clavada en el suelo, no me mira. Ella entra y cierra la puerta detrás de sí, recostándose a la misma.
Yo decido romper el silencio.
—¿Por qué mierda me besaste? —cuestiono, enojado.
—Noah, sé que no debí, pero... —se detiene y alza la mirada, encontrándose con la mía. Ella camina unos pasos hacia mí, haciéndome tragar grueso —fue inevitable. —se planta justo frente a mí —Estabas tan cerca de mí que fue literalmente imposible no caer en la tentación —posa sus manos en mi cuello y se acerca a mí.
Debo alejarla, debo decirle que ya no la quiero volver a ver más nunca, que esto se acabó, pero mis brazos no responden, mis labios no se mueven para formular palabra alguna, porque el deber y el querer son cosas muy diferentes.
Algo dentro de mí toma el control de mi cuerpo y planto un beso apasionado y muy desesperado en la boca de esa chica que amo, y que no puedo dejar de hacerlo, a pesar de lo mucho que lo intento. Ella me corresponde inmediatamente, fundiéndonos el uno con el otro. Yo posiciono mis manos en su cintura, apretándola hacia mí.
Había deseado tanto volver a tenerla así; besándonos, tocándonos, amándonos.
Cuando el beso se torna lujurioso, ella dirige sus manos a mi pantalón y lo desabrocha, lo que provoca que sus dedos rocen vagamente con mi pene —el cual ya está como una piedra—, por lo que yo la tomo del trasero y ella gime.
También extrañaba mucho su trasero.
—Alison, no podemos, ¿qué estamos haciendo? —inquiero, agitado.
—Lo mejor que podemos hacer ahora es no pensar —susurra ella para volver a atacar mis labios.
Dudoso, dirijo mis dedos a el broche de su vestido, el cual le queda demasiado sexy, y lo desabrocho para luego quitárselo y subir a la castaña a la pequeña barra que está frente al espejo. Su boca ataca mi cuello desenfrenadamente, lo que me arranca un jadeo. Mi mano se posa en su muslo y comienza a subir hasta chocar con su braga, la cual aparto para hundir por fin mis dedos en su humedad, lo que nos hace gemir a ambos.
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Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...