Una semana.
Ha pasado una semana, muy larga a mi parecer. La situación con Noah no ha mejorado, pero tampoco empeorado, estamos... igual, pero al menos pudimos dejar de lado lo personal y concentrarnos en el baile. La competencia será mañana, por lo que debemos estar centrados en eso.
En este momento, estamos repasando el último ensayo. Más específicamente el maldito helicóptero. Ya nos sale bien... más o menos, pero debemos practicar más.
—¿Lista? —pregunta Noah. Yo asiento —Bien. 1, 2, 3 y arriba.
Me eleva en el aire y mi pierna pasa por encima de su cabeza, logrando hacer el paso. Al yo ya estar en el suelo con una sonrisa por haberlo logrado, él me suelta y se aleja un poco de mí.
—Bien, salió bastante bien.
Yo asiento, reprimiendo una sonrisa.
—¡Genial! Que bueno que ya les sale, me estaba empezando a preocupar —emite la señora Camila, entrando de la nada al salón.
—Si, ya nos sale mejor —digo.
Ella se acerca a nosotros y se queda mirándonos delicadamente, como si de un complicado Cubo de Rubik se tratase. Yo me alejo un poco para ir a buscar mi agua a unos pocos metros, para cortar la incomodidad. Luego de tomar agua, vuelvo a dónde estaba ya que debemos seguir ensayando.
—Emm, ¿señora Camila? —ella sigue mirándonos fijamente, sin perderse ni un detalle de nosotros —Debemos ensayar.
—Sé que se acostaron —suelta de la nada, dejándome completamente anonadada, lo que se puede notar por mis ojos completamente abiertos.
Volteo a ver a Noah y este está normal, como si su madre no hubiera dicho nada.
—¿Qué? —pregunto confundida.
—Quiero que transmitan eso en el baile, dos personas que se desean, que se aman, que darían la vida por el otro —explica ella.
—Si, eso no será posible, mamá. —dice Noah —Nosotros no tenemos ninguno de esos sentimientos, bueno, uno de los dos no tiene esos sentimientos —me mira fijamente, alzando una ceja.
—¿Cómo que no? Su química es impresionante, los he visto y ustedes son fuego puro —habla entusiasmada.
—Tal vez en el pasado —dice él.
—Haremos lo posible, señora Camila —respondo, sonriendo fingidamente.
—Bien. La competencia es mañana, así que si hay algún problema que debería ser solucionado entre ustedes dos, háganlo ahora, ¿okey? —ella se cruza de brazos.
Yo asiento y ella se va. Me volteo hacia Noah el cual ya había dado unos pasos para buscar su agua.
—Noah, debemos hablar, las cosas no se pueden quedar así por siempre —exijo.
—¿Qué quieres ahora, Alison? —pregunta él, irritado, sentándose en una de las bancas de la academia.
—Quiero que resolvamos nuestras diferencias.
—¿Diferencias? Diferencias como que tú te acostaste con alguien más mientras que yo no, ¿esa diferencia, Alison?
Resoplo —Noah, ya te dije que lo lamento, muchas veces, ¿qué más quieres que haga? —me siento a su lado.
—Alison, tu no entiendes, con un maldito "lo siento" no se arreglan las cosas. Debes luchar por esto, por nuestro amor, por nosotros, si de verdad te importa, pelea por mí. —se señala a sí mismo —¿Por qué siempre es el hombre que debe pelear por la mujer? ¿Por qué generalizan que los hombres son los único que la cagan? ¡Las mujeres también cometen errores! —grita —Ellas también pueden luchar por un hombre y no por eso son menos mujeres —se restriega el pelo.
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Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...