34 "El chico sexy"

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Parte 1/5

Al llegar al club dónde sería mi fiesta, entramos. Es gigante, tiene muchos reflectores de colores y equipos de sonido por doquier, hay algunas mesas con comida y sillones esparcidos por el lugar, dejando completamente libre el centro de la pista de baile, el cual es muy grande y colorido.

Clau y Noah se dirigen a el patio del lugar, en dónde hay una piscina y un árbol no tan grande decorado con luces doradas, y Lucas se paró sobre la pista de baile, entreteniéndose con las luces que ésta emite, dejándome sola con mi hermano, el cual toma mi mano, haciendo que lo voltee a ver.

—¿Te gusta? —pregunta, mirando el lugar.

—Me encanta, es genial. —respondo con una sonrisa —Gracias —lo abrazo.

Aún en el abrazo, observo sobre su hombro a la persona que menos esperaba ver, entrando al club, convirtiéndose también en la primera persona en llegar a la fiesta.

—¡Feliz cumpleaños! —grita, acercándose a mí. Me abraza y yo correspondo con confusión.

—Cassandra, no sabía que vendrías —digo, separándome de ella. Siento como Lucas se para detrás de mí.

—Oh, bueno, tú me invitaste —habla con obviedad.

¿Qué yo la invité?

Por supuesto que no, ¿cómo la voy a querer en mi fiesta?

Es decir, si, era mi amiga, pero en el momento en el que me enteré de que estaba coladita por Noah, las cosas cambiaron en mi cabeza.

—Mira —me enseña su celular en el cual está un conversación entre ella y yo.

"Hola, el viernes cumpliré años y me gustaría mucho que vinieras a celebrarlo conmigo"

Leo el mensaje repetidas veces. Le arranco el celular de las manos, asombrada, viendo que había otro mensaje con la dirección y la hora del lugar.

Ese mensaje no lo había mandado yo.

No entiendo nada.

—Emm, Laly... —me volteo hacia Lucas y noto que Luther había desaparecido — mira —me enseña su celular.

Es el mismo mensaje enviado por mí, supuestamente, en el grupo de la escuela.

¿Qué mierda?

—¿Quién mandó esos mensajes?  —la pelinegra y el castaño se encogen de hombros.

Le devuelvo el celular a Cassandra con una sonrisa fingida, mientras que en mi cabeza intento entender que pasó.

—Puedes sentarte por allá, mientras llegan las demás personas —ofrezco. Ella asiente y me entrega una pequeña caja. Yo le agradezco y ella se va.

—Necesito saber quién mandó ésto —chillo con una mueca.

—¿Quién mandó qué? —inquiere Claudia, llegando a nuestro lado.

—El mensaje de invitación. ¿También lo recibiste? —pregunto. Ella asiente.

—¿Por eso es que estás tan alterada? —dice la morena, cruzándose de brazos —No es para tanto, Ali.

—¿Cómo que "no es para tanto"? Toda la escuela recibió ese mensaje, me sorprendería que no viniera el conserje —bufo.

—¿Y qué? Tu fiesta será más divertida si hay más gente —habla Lucas.

Ruedo los ojos.

—¿Y eso? —indaga Claudia, señalando la cajita que me había dado Cassandra en mis manos. Yo señalo con mi cabeza a Cassandra, quien está hablando con Noah —Oh, ¡ábrelo!

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