Epílogo (Parte 1) "Cambios y explicaciones"

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6 años después

Cambios.

Esa sería la palabra que utilizaría si me preguntan cómo han sido los últimos seis años de mi vida.

He madurado, ya no soy aquella chica de diecisiete años, ingenua y algo tonta. El haber vivido sola en otro continente, a miles de kilómetros de lo que yo conocía como 'hogar', me ha transformado en otra persona, pero sin haber perdido esa escencia que me caracterizaba como Alison Moore. Mi estilo de vida ha cambiado, ahora no tengo tiempo para olgazanear en la cama con el teléfono todo el día, no podía permitirme no estudiar para un examen con la mentalidad de que solo me bajaría la nota y nada más, la Universidad es muy diferente, y aún más aquí en Londres.

Vivir sola me ha obligado a madurar, ha sido un verdadero reto debido a mi ansiedad, ya que me comía la cabeza cuando escuchaba un ruido en la noche imaginando mil cosas, o cuando llamaban a la puerta pensaba que me iban a secuestrar, pero he tenido que aprender a controlarme mejor, por lo que aumenté mis visitas al psicólogo de una vez al mes, a cada semana, lo que ha regulado mucho mejor mi ansiedad y mi depresión.

Ahora trabajo, por lo que también tuve que madurar por ese lado, puesto que mis padres solo me pagan el apartamento y yo tengo que pagarme las demás cosas. Trabajo en un Supermercado de veinticuatro horas, como cajera, y debido a que estudio desde las siete de la mañana, hasta las dos de la tarde, trabajo desde las seis de la tarde, hasta la media noche, horario el cual me obligó a comprarme un auto para estar más segura y no correr riesgos yendo en bus a esas horas de la noche, o más bien por petición insistentemente agotadora de mi hermano, quien me ayudó a comprarlo.

Oh, y hablando de él, también ha cambiado mucho su vida. Se especializó en Médico Cirujano y ahora es jefe de ese departamento en el hospital en el que trabaja, se mudó de la casa de nuestros padres a un apartamento el cual comparte con su ahora esposa Claudia. Se casaron hace un año, y aunque no pude asistir a la boda porque era semana de exámenes, pude verlos en el altar por una videollamada, fue conmovedora la ceremonia. Clau se graduó el año pasado ya que su carrera es un poco más corta que la mía, obtuvo su título con un nombramiento especial por ser la mejor estudiante de su clase, cosa que me alegra y no me sorprende demasiado porque sé lo excelente estudiante que es.

En cuanto a chicos... Digamos que no he tenido mucho tiempo ni mucha suerte con respecto a ese tema, claro, en el sentido de tener una relación formal. He conocido a muchas personas, muchos hombres, pero no he tenido ese acercamiento más allá de una amistad con ninguno de ellos. Me han llamado la atención varios chicos, claro que sí, pero no he querido tener una relación seria con nadie, y nadie ha querido tener una relación seria conmigo, por lo que solo han sido acostones lo que he tenido, de una noche y nada más, desaparecen de mi vida y yo de la de ellos. Cuestión la cual sinceramente me da algo de risa por lo irónica que es, ya que recuerdo reclamarle a mi hermano por hacer exactamente lo mismo cuando estaba en la Universidad, y también el hecho de cómo era yo hace unos años, una chica que esperó pacientemente al chico adecuado para entregarle su virginidad, y esa misma chica, ahora, se folla a cualquier cosa que se mueva, lo que tampoco me enorgullece como si fuera un triunfo, pero es una de las cosas que la estadía en Londres me ha cambiado.

He aprendido a controlar mis sentimientos.

No soy ni tan frágil ni tan ruda, soy... neutral. Ya no me paso de la raya de preocuparme más de lo debido por alguien, ahora solo dejo que las cosas fluyan y que todo se solucione. Ya no tengo esa dependencia emocional tan fuerte que me hizo caer en una depresión gigantesca cuando las cosas con esa persona no fueron bien... Cuando las cosas con él no fueron bien.

Noah Cox.

Pasó un largo tiempo hasta que pude decir su nombre sin sentir tanto dolor, sin sentir escalofríos al recordar sus ojos color miel, sin sentir esa necesidad de ir a buscarlo y estar con él. Pero ahora todo es diferente, así como lo había planeado desde que me subí a aquel avión que me traería a mi nueva vida en Londres. Ya no siento nada.

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