—¿Quieres? —Luther estira la mano, ofreciéndome chocolate. Asiento y lo tomo.
Me acomodo en mi asiento, en la alta silla blanca de la barra de mi casa, mientras saboreo el exquisito sabor del chocolate.
—¿Cómo vas con Olivia? —le pregunto a mi amigo.
—¿Cómo que "cómo voy"? Súper bien. Cogemos sin ser nada. La mejor relación del mundo —dice, dándome una mirada pícara, a lo que suelto una sonora carcajada —Bueno, a decir verdad, últimamente ha estado demasiado empalagosa, y odio esas cosas de cursilerías. —hace una mueca de desagrado —¡Me comenzó a llamar "Amor".
—Nunca cambiarás, Luther.
—¿Y tú? —indaga, apoyándose hacia el frente en sus antebrazos.
—¿A qué te refieres?
—Noah, has estado soltero desde que entramos a la Universidad —dice obvio.
—¿Y qué? —alzo los hombros restándole importancia.
—Eso fue hace seis años. ¡Seis años! —exclama extasiado —Ningún hombre debería estar solo por tanto tiempo... En realidad, ninguna persona debería estar sola por tanto tiempo.
—Luther, no todo en la vida es amor, chicas, sexo, fiestas, alcohol, y todo eso. Hay otras cosas. Por ejemplo, ahora estoy concentrado en comprar mi apartamento.
—Lo sé, bro, pero el amor también es importante. —hace una pequeña pausa, en la cual se dirige a el refrigerador para buscar un vaso de agua —Una pregunta; —yo asiento para que siga hablando —¿Mi hermana te parece linda? —inquiere él, lo que me hace abrir los ojos exageradamente, sorprendido por su pregunta.
—¿Por qué lo-lo preguntas? —mi tartamudeo delata lo nervioso que me han puesto sus palabras.
—Porque me vino a la mente aquel día cuando estábamos en mi casa, borrachos, y tú me dijiste que mi hermana te parecía hermosa. —explica él, alzando una ceja —Y está bien, tienes ojos, así que es imposible no ver y aceptar la belleza de ciertas personas. Así como yo veo lo preciosa que es tu hermana —dice él, justamente cuando Vanessa va pasando por la cocina. Ella, al escucharlo, suelta un pequeño chillido a la vez que una sonrisa aparece en su cara, y sale corriendo.
Iugh. ¿Luther y Vanessa? ¿Mi hermana y mi mejor amigo? Iugh.
¿Ves lo que sentiría Luther?
—Oh, si, tienes razón. Alison es muy linda —hablo sincero.
Él me mira con los ojos entrecerrados por un minuto.
—Cuidadito, Cox —dice en tono amenazante.
Yo me limito a asentir.
—Así que... sigue en pie lo de comprar un apartamento. Que bueno, me alegro por ti. —me da unas pequeñas palmadas en la espalda. Yo sonrío —Yo también lo haré, pronto, en un futuro lejano —dice, a lo que reímos.
—¿No te gustaría salir? Es decir, no me gusta estar en casa —digo cansado.
—Bien, a ver... ¡Uh! Hay una película en el cine muy buena, se acaba de estrenar, podríamos ir —propone, a lo que asiento con una sonrisa.
Luego de tomar nuestras cosas, nos encaminamos al auto de la madre del chico. En el camino, hablamos de temas triviales, hasta que llegamos al cine.
Hay una fila, medianamente larga, nos formamos en ella y luego de un rato estamos en la taquilla. Compramos las entradas, bueno, yo compro las entradas, ya que él pagará la comida.
Nos dirigimos a comprar las palomitas, hacemos una corta fila y al llegar pedimos dos medianas, ya que no me gusta compartirlas con Luther, ni siquiera ha empezado la película cuando él ya se las acabó. Y obviamente dos refrescos.
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Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...