—No te bajes —ordena mi hermano cuando estoy a punto de abrir la puerta del auto.
—¿Por qué? —pregunto confundida.
No responde y se baja, le da la vuelta al auto hasta llegar a mi puerta y me abre.
—Señorita —hace una leve reverencia y yo río.
—Tonto.
Tomo mi pequeña cartera en la cual está mi celular y algo de dinero y me bajo del auto.
Siento una mirada sobre mí a lo lejos, por lo que disimuladamente lo busco, sé que es él, y lo confirmo cuando nuestros ojos se conectan.
Esos ojos color miel únicos, son tan hermosos como ver un atardecer.
—Vamos —tomo la mano extendida frente a mí de mi hermano y comenzamos a acercarnos a el precioso lugar en donde están todos los invitados.
—Buenas noches —saludamos Luther y yo a algunas personas.
—¡Ali! Querida, ¿cómo estás? —la señora Camila se apresura a mi y me toma en sus brazos.
—Señora Camila, estoy bien, gracias. —le devuelvo el abrazo —Yo pensé que volvería el lunes —admito.
Ella y yo tenemos una gran relación, pero no se pasa a la parte profesional, es decir, no por llevarnos bien es que tengo mis puestos en la academia.
—No podía perderme la graduación de mi hijo, así que hice todo lo posible por poder venir. —cuenta —La verdad no esperaba verte aquí —admite.
—Oh, bueno, éste tiempo que Noah ha estado en la academia me he hecho su amiga —sonrío con inocencia.
Si, amiga...
—Oh, me alegra oír eso —me da una mirada rara y luego me guiña el ojo, suelta una pequeña risita y se excusa para luego irse, dejándome confundida.
Raro.
No le tomo demasiada importancia y me dispongo a buscar a Noah con la mirada, hasta que lo encuentro.
Se ve tan hermoso.
Tiene un traje azul sin corbata, su camisa blanca se asoma en la 'V' que se hace en el medio de su pecho por el saco. Sus zapatos negros, muy bien pulidos, combinan a la perfección con su vestimenta.
Simplemente hermoso. Muy elegante.
Tiene ese aire de adulto que lo hace ver tremendamente sexy.
Mis piernas empiezan a acercarse a él como si tuvieran vida propia, y cuando llego frente a él, me detengo.
No está solo. A su lado está Nai y al otro lado de él está una chica aferrada a su brazo la cual al verme lo hace sin pena alguna, examinándome con la mirada al igual que Noah, solo que si él lo hace no es incómodo. Ella me da una sonrisa juguetona y mi estómago pica.
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Irresistible Tentación
Teen Fiction-Es lo mejor que me han regalado. Muchas gracias -digo, abrazándolo, mis ojos se habían llenado de lágrimas. Nos separamos y quedamos muy cerca. Él no pierde tiempo y me besa. De nuevo está sucediendo, esas cosquillas en el estómago están ahí, esa s...