Capítulo 26.

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3 de Octubre, 2020.
El Havre, Francia.

-Te iras-Murmuro haciendo un puchero a mi novio.

-Es mi trabajo, nena-Suspira cansado-, pero apenas termine la carrera volveré.

Suspiro y me siento en su regazo a horcajadas.

-¿Por qué siento que estás triste?

-Tengo que ir a Japón...

-Si, cariño-Asiento y acaricio su mandíbula-, eso ya lo sé.

-Hace unos años, en Japón alguien a quien yo quería mucho tuvo un accidente, entró en coma y nueve meses después falleció.

-Pierre...

-Todos en la fórmula uno lo querían, era un hombre genial, aquí, en Francia él era realmente muy querido.

Sonrío triste y beso sus labios.

-Lo siento muchísimo-Susurro, suspiro e intento contarle un poco de mi-. Hace doce años mi mamá murió.

-Oh, nena...

-Esta bien-Suspiro y paso mis manos por su mandíbula-. Algún día te contaré qué fue lo que pasó.

-Y yo estaré aquí para escucharte-Me dice él mirándome a los ojos.

Ambos nos besamos, es un beso desesperado, uno que te dice "Te necesito aquí y ahora".

Mordisquea mi labio inferior haciéndome gemir y luego, su lengua se entrelaza con la mía. Sin romper el beso, se sienta conmigo aún sentada a horcajadas sobre su regazo.

Nos separamos por la falta de aire y él aprovecha ese momento para sacarme la camiseta que llevo puesta haciendo que nuestros pechos se toquen. Me muevo sobre su bulto en círculos amando los gruñidos que libera y siendo totalmente consciente de lo placentera que es la fricción para ambos. Pierre mete su mano dentro de mis bragas y masajea mi punto más sensible mientras introduce dos dedos, sin previo aviso, en mí.

-Oh, por Dios santo-Jadeo moviéndome con sus dedos en dónde más los necesito.

-Ya estás lista para mí-Me gruñe al oído.

Y, oh por Dios, copito. Si eso no fue lo más sexy que dirá el día de hoy no sé exactamente qué será.

De un rápido movimiento me mueve las bragas para un lado, libera su pene y lo adentra en mi de una sola estocada.

-Oh, mierda-Gruñe él.

Y sí, oh mierda. Pienso un segundo, mientras él me ayuda a encontrar nuestro ritmo, que realmente todo lo que dirá en este momento para mí será muy sexy.

Vuelvo a unir nuestros labios en un beso rápido. Disfruto el contacto de su lengua con la mía y de sus movimientos que me hacen ver las estrellas.

Diosito santo, estoy tan enamorada de este hombre.

°°°

4 de Octubre, 2020.
El Havre, Francia.

Miro una película acostada en mi sofá totalmente aburrida cuando me llega un mensaje a mi celular.

Carlos: Me siento herido, te olvidas de tu sexy amigo Español.

Me río entre dientes y lo llamo.

-¡Oh, los astros se alinearon y me estás llamando!-Me dice apenas atiende.

-Hola, sexy amigo Español.

-Hola, hermosa mujer, ¿Cómo está todo por allí?

-Mejor que nunca-Sonrío a pesar de que él no me pueda ver-. Las cosas están yendo realmente muy bien. ¿Cómo estás tú?

Evadiéndola [Pierre Gasly] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora