Capítulo 1.

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1 de Marzo, 2020.
Londres, Inglaterra.

La vida no siempre está tan mal, Valeria Hank, la jodida Valeria Hank, dijo que soy una excelente y hermosa modelo.

Estoy regresando a casa luego de pasar estos últimos días en Nueva York, quiero llegar solo para dormir calentita al lado de Romeo.

Abro la puerta de mi apartamento y ahí es cuando escucho ruidos, gemidos para ser exactos, ¿Qué mierda?

Voy en silencio a la habitación que comparto con mi novio, cuando veo lo que ocurre, Romeo en nuestra cama con la vecina del apartamento de enfrente. Salgo de ahí tan rápido como puedo y solo agarro mi mochila con un poco de ropa, mi billetera y el celular. Agarro mis llaves y salgo de allí dando un portazo.

Corro hasta el auto donde al entrar lloro con fuerza. Sé con certeza que no lo amo a este hombre, pero confíe en él, estuve dispuesta a contarle sobre mi vida, estuve dispuesta a enamorarme de él y él me engañó. Sin pensarlo dos veces empiezo a conducir al lugar donde me van a cuidar y escuchar, voy a Woking con Madison, mi familia.

Apenas llego a su edificio las ganas de llorar vuelven a aparecer, prácticamente me arrastro por el lugar hasta que llego a su puerta y la toco.

-Romeo me engaña-Le digo sollozando apenas la abre.

-¡Oh, cariño!-Me abraza con muchísima fuerza y cierra la puerta detrás de mí-. ¿Cómo fue que te enteraste?

-Quedé en ese casting del que tanto te hablé, pero cuando volví a casa, unos cuantos días antes, lo encontré en nuestra cama con otra mujer-Le susurro la última parte.

-Hijo de puta.

-Y, no pude quedarme a escuchar como me mentía en la cara-Lloriqueo-, por eso vine hasta aquí, perdón por no avisarte, es que no sab...

Ella no me deja terminar ya que me interrumpe

-Sadie, mi casa es tu casa, aquí eres más que bienvenida siempre, además de que tienes tu propia habitación en este lugar. Así que no te amargues por eso.

-Me siento tan estúpida-Me dejo caer en el sofá con ella.

-No lo eres, estabas enganchadisima con Romeo, él te pierde.

Nos abrazamos un rato y le doy una de mis sonrisas ya ensayadas.

El dolor es algo que muy bien aprendí a esconder con el paso de los años, se bien como hacer para que nadie note lo rota o dolida que me siento con la vida muchas veces.

°°°

12 de marzo, 2020.
Londres, Inglaterra.

-¡Sadie, princesa! Solo escúchame-Me grita Romeo levantándose de la cama en la que está con nuestra vecina.

¡La segunda jodida vez que lo encuentro con la vecina! Es que parece que hasta lo hace a propósito.

-¡Eres un jodido enfermo!-Le grito mientras agarro mi bolso-. Ni se te ocurra volverme a llamar, imbécil.

Estoy por salir del apartamento cuando veo al lado de la puerta mi bate de béisbol, aquel que use para destrozarle el auto a Ada. Sin pensarlo dos veces lo tomo.

Camino por la calle como la puta ama que soy y veo el auto se mi ex novio, el cual mi padre le ayudó a pagar, un hermoso Mercedes blanco que jamás me dejó conducir porque "las mujeres somos muy delicadas para andar en autos muy veloces", y como si nada pego el primer golpe con el bate en la puerta delantera, le rompo los vidrios y la óptica, esto es por engañarme en el departamento que compartimos, que dicho sea de paso pago yo sola y también por vivir a costa mía durante toda nuestra relación ¡Jodido Jesús! Él ni siquiera trabaja. Luego de decorar el auto, me subo con toda la calma del mundo al mío, mi hermoso Jeep negro.

Evadiéndola [Pierre Gasly] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora