Capítulo 49.

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2 de Agosto, 2021.
Milán, Italia.

No soy consciente de en qué momento fue en el que me dormí. Solo siento cuando me levantan del sofá y besan mi frente.

Me acurruco contra él, al darme cuenta que esto es real, que no lo estoy soñando. De verdad estoy en sus brazos, realmente estamos ocurriendo.

-¿Pierre?-Digo abriendo de a poco los ojos, pero se me cierran por el cansancio.

-Duerme, nena-Me susurra y besa mi frente-. Ya por la mañana te contaré de mi viaje y la carrera.

No necesito que lo diga dos veces, me refriego contra su pecho y vuelvo a dormirme, solo que esta vez lo hago en mi lugar favorito, en sus brazos.

°°°

La luz del sol, que entra por la gran ventana de la habitación, me despierta.

Abro los ojos y me encuentro con la espalda de él, de mi hombre, paso mis manos con cuidado por sus hombros y sonrío al ver que aún tiene las marcas de mis uñas en su espalda baja. Dejo besos a todo a mi paso y hago lo que hace tanto tiempo no hacía, paso mi cuerpo por encima del suyo para quedar frente a él.

Me permito estudiarlo, me permito ver sus pestañas oscuras, sus cejas, su barba que tan bien le queda, su nariz recta, sus pómulos, su cabello hecho un descontrol. Paso una de mis manos por su cabello y sonrío ante la sensación de sus hebras entre mis dedos.

Bajo mis manos hasta sus labios, y dejo un casto beso. Una pequeña sensación de victoria se genera en mi cuerpo al recordar que conozco su hermosa sonrisa de memoria, esa que me hace derretirme, esa sonrisa torcida que me hace tener que juntar mis muslos, esa gran sonrisa que usa cada vez que me ve.

Paso mis manos por su cuello y hago una mueca al ver las marcas que tiene en su clavícula y en su pecho.

-Oh, mi amor, soy una salvaje-Opino pasando mis dedos por las marcas-. No sé cómo te dejas hacer estas cosas.

Sonrío cuando aún dormido suspira. Es hermoso mi amorcito.

-Te amo tanto, tanto, tanto, que si pudiera hacerlo un poco más, estoy segura que estallaria-Murmuro bajando mi mano hasta la cinturilla de su boxer, para finalmente adentrarla.

Sonrío en el momento que siento como su miembro empieza a crecer bajo mi toque y sonrío aún más grande cuando siento que mi novio se está despertando. Sin limitarme mucho, bajo mi rostro hasta donde quiero estar y suspiro al ver el hermoso y sexy boxer que lleva puesto.

Que lastima que a mí me gusta mucho más desnudo.

°°°

-¿Entonces iremos a Verona?-Pregunto mientras veo como juega con el simulador.

-Si, el miércoles iremos en mi auto, tú conducirás algunos kilómetros...

-Pierre...-Lo miro seria sin moverme del marco de la puerta.

-Nena, confía en ti. Es hora que lo hagamos-Me dice mirándome a los ojos-, confío en ti con mi vida, tú puedes...

Me muerdo el labio inferior e intento que los nervios no me invadan. Me acerco a él al ver como su atención vuelve al simulador, y como la molesta novia que soy, saco sus manos del volante, para así poder sentarme en su regazo.

-Nena-Se ríe mirándome y ayudándome a acomodarme mejor.

-¿Qué?-Digo besando su cuello-. Quiero alentar a mi novio.

-Veremos que tanto me ayudas-Murmura tras encontrar la forma de poder conducir conmigo encima de él.

Sonrío ante la clara concentración en su rostro y como su cuerpo se mueve debajo del mío.

Evadiéndola [Pierre Gasly] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora