Capítulo 45.

9.9K 518 277
                                    

Me encuentro desayunado cuando, por el rabillo del ojo, veo como Carlos ingresa sin camiseta a la cocina luego de su entrenamiento.

-¡No entiendo!-Me chilla.

-Bueno, que grites tampoco ayudará a que lo hagas...-Digo mientras leo una de las novelas románticas que me envió Summer.

-Mujer, préstame atención...

Carlos me saca el libro frente a mí, y frunce el ceño al leer lo mismo que yo estaba leyendo hace no más de diez segundos.

-¿En serio estás leyendo una escena de sexo delante de mi?

Bufo y pongo los ojos en blanco. Es un exagerado.

-Tengo que tener inspiración... Hoy se cumple literalmente un mes desde que no tengo sexo ¡Necesito inspiración!

El español me mira con los ojos entrecerrados y se ríe.

-Oh, Sa, gracias por estar volviendo.

Me devuelve el libro y se sienta frente a mi.

-¿Qué carajos pasó en la madrugada?-Me vuelve a hablar al no recibir respuesta.

Cierro los ojos y estoy muy segura que me sonrojo. Maldito Jesús, que vergüenza.

-Enloquecí, lo normal... Es que... Se fue-Digo sin terminar de entenderme a mí misma-. O sea, es complicado, lo oí y...

-No sé si te diste cuenta, pero volviste a ser tú cuando hablaste con él...

-¿De verdad?

-De verdad... Fue como ver a la Sadie que conocimos el año pasado, esa que enloquecía con facilidad.

-Siempre fui de enloquecer fácil-Opino pensativa-, pasa que Pierre me ayudaba a traerme al mundo mortal, él hacía que cuando yo enloquecía sea un poco menos duro el impacto.

El piloto de Ferrari asiente con la cabeza y se queda pensativo.

-¿No tienes sesión con tu psicóloga hoy?

-Estamos intentando algo nuevo-Le explico-, dejaré de ir todos los días y empezaré a ir cuatro días a la semana.

Carlos me muestra una hermosa sonrisa y besa los nudillos de mi mano.

-Eso es fantástico...

-Lo sé-Asiento-. Ahora veremos que ocurre...

Carlos mantiene silencio y luego chasquea la lengua.

-Lo diré sin filtro-Me advierte-. Pierre realmente se mudó por la escudería, estamos a punto de entrar en el receso y necesita...

-Esta bien, lo entiendo-Murmuro-. Él puede y debe hacer lo que quiera.

-Yo entiendo que quieras mejorar, pero habla con él, dile que te molesta.

-¿No crees que ya notó que me molestó lo que hizo?-Le pregunto divertida-. Pierre es grande, Carlos. Te juro que lo amo con mi vida y si este tema de irse a Italia le trae felicidad...

-¿Y tu felicidad?-Me interrumpe, mientras me mira serio-. No hablemos de Pierre, hablemos de ti, de tu felicidad.

Cierro el libro que tengo frente a mi. Mierda.

-Yo...

-Tú, cabrona, eres muy feliz al lado de Pierre, ni se te ocurra negarlo...

-¿A qué quieres llegar con todo esto?

-Quiero que sanes y que pienses en todo con la cabeza en frío...

-¿A qué conclusión llegaré?

Evadiéndola [Pierre Gasly] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora