Prólogo.

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14 de Enero, 2008.
Londres, Inglaterra.

La radio en el auto está encendida pero no le estoy prestando atención, en cambio veo el día lluvioso que se ve afuera.

-¿Cómo te fue hoy en la escuela?-Me pregunta mamá animada.

-Bien, mi amiga llevó su muñeca y jugamos mucho. También la maestra nos felicitó por hacer rápido la tarea.

Mi mamá ríe y habla luego de unos segundos.

-Tenemos que organizar una pijamada como la que hicimos para tu cumpleaños así ella viene.

-¡Si!-Chillo emocionada-. ¿Cuándo?

-En casa lo veremos, ¿Está bien?-Me pregunta ella sonriente.

Asiento con la cabeza y le vuelvo a hablar.

-Mami, ya se que quiero ser cuando sea grande.

-¿Ah sí?-Me pregunta sin dejar de prestarle atención a la carretera frente a nosotras.

-Si-Asiento con la cabeza segura-, seré psicóloga criminal.

-¿En serio?-Pregunta muy sorprendida.

-Papá dijo que puedo ser lo que quiera... Y a mí me gusta...

Mi mamá me sonríe y me habla.

-Obvio que puedes ser lo que quieras, solo me sorprende que sea algo tan real-Dice frenando en un semáforo-. Yo a tu edad quería ser modelo. Pero no pude, no era tan hermosa como las cámaras lo necesitaban.

-Mami, tú eres hermosa-Le digo sería.

-Tú eres la más hermosa, hija, y estoy segura que serás una gran psicóloga cuando crezcas y yo estaré orgullosa.

-¿Eso crees?-Le pregunto emocionada.

-Si, cielo. Serás la mejor, ya verás-Me anima-. Mamá nunca se equivoca.

Finamente arranca cuando las luces del semáforo se ponen en verde. Empezamos a ir despacio cuando se escucha una bocina y un estruendo que me ensordece, luego todo es rojo y gritos, me duelen demasiado las piernas, y ahí es cuando se vuelve negro.

°°°

21 de Enero, 2008.
Londres, Inglaterra.

Me duele la cabeza. Me quiero mover, pero no puedo. Quiero abrir los ojos, pero no puedo. Quiero gritar, pero no puedo. Quiero hablar, levantarme, lo que sea, pero no puedo. Todo a mi alrededor son pitidos.

-Mi hija está en esa cama hace una semana, ¿Por qué no despierta?-Se escucha la clara voz de mi papá, tras un portazo.

Pasan unos minutos y siento como la puerta se abre lentamente para que luego alguien me sostiene la mano.

-Hola, amiga-Si, es ella-. Te extraño. Mi familia dice que tenemos que esperar, pero no puedo esperar más, te necesito... Ayer golpeé a una niña y no puedo volver hasta mañana a la escuela. Es todo tan difícil sin ti. Despierta solo hazlo.

Se escucha como llora y aunque no puedo la quiero abrazar muy fuerte.

-Mi hermano mañana me traerá de nuevo, necesitamos que despiertes, eres una de nosotros. Jamás estarás sola, siempre nos cuidaremos...

Me aprieta mucho más fuerte la mano y escucho como no deja de llorar.

-Pequeña, ¿Dónde están tus padres?-Pregunta una voz que no reconozco.

Siento un último apretón en mi mano de mi mejor amiga.

-¿Ya se despertará?-Pregunta ella soltando mi mano y alejándose.

Evadiéndola [Pierre Gasly] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora