Capítulo 5.

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7 de Mayo, 2020.
Barcelona, España.

-Creo que quiero vomitar-Dice entre jadeos Arthur.

Cómo ya me imaginaba el pequeño Leclerc está más borracho de lo que jamás estará en su vida y entre Pierre y yo tratamos de que no se caiga, por suerte a Max y Lewis los llevan Esteban y su novia.

-¡Ay, Jesús! Aquí están-Hablo apenas llegamos hasta Madison, Charles y Carlos quien sostiene a Norris.

Veo como Lando está tambaleándose y el Español lo sostiene como si su vida dependiera de ello. Mi risa queda en el olvido en el momento que Arthur casi me tira al suelo junto a él, por suerte Pierre me está ayudando.

-Arthur, por favor quieto. Te caerás y tu madre nos matara-Le gruñe el Francés.

-Yo creo que nadie está en la recepción del hotel-Nos comenta mi mejor amiga con su espalda pegada en el pecho de su ahora novio-. No sé porque estamos haciendo como si fuéramos James Bond.

-Si ven a los chicos así, además de que volvimos tan tarde y con olor a alcohol tendremos problemas-Nos asegura Carlos.

-Joder-Murmuro culposa, ya que, Daniel está borracho porque hizo competencia de shots conmigo-. ¿Fue buena idea festejar el cumpleaños de Madison?

-Yo creo que sí, la pasé muy bien-Tartamudea Dan haciendo reír a Max que es sostenido por Lewis.

-¡Y... Uy me caigo!-Grita Lando tirándose en la calle.

-No, joder, levantate-Dice Carlos al borde del ataque de nervios.

-No quiero, dormire aquí.

El joven piloto tiene que ser levantado por Charles y Carlos. Divertida miro la escena, hasta que siento más peso del que ya llevo. Mierda, Arthur se está por desmayar ¿o que?

-Joder, nosotros entraremos primero-Llama nuestra atención Esteban-. Si no hay nadie los haremos venir-Luego pasa su brazo por la cintura de su compañero de escudería-. Daniel, amigo, ven aquí, yo te ayudo.

-Eres un buen compañero de equipo-Le habla Daniel mientras se acerca a él sonriendo.

Los pilotos de Renault, junto a Dalia, se meten en el hotel donde nos dicen que no hay nadie. Entramos un poco más arrastrandonos por el suelo para que nadie nos vea y recién cuando todos estamos en el ascensor suspiramos de alivio.

Por suerte, Pierre, Arthur y yo dormimos en el mismo piso, luego de despedirnos de todos, nos bajamos del ascensor y entramos en la habitación del pequeño Monegasco.

-Las mujeres siempre terminan estando locas-Bufa de la nada Arthur.

-¿No estabas cerca de un coma etílico?-Pregunto divertida mientras le saco uno de sus zapatos.

-¡No miento!-Grita él.

-Tiene razón-Susurra Pierre mientras me mira a mi.

Él lo ayuda a acostarse y Arthur como si nada empieza a dormir nuevamente. Finalmente veo como el idiota pasa por mi lado como si no estuviera, automáticamente frunzo el ceño ¿Qué demonios le ocurre a este?

Lo sigo hasta la salida de la habitación.

-¿Y a ti qué mierda te pasa?-Le pregunto una vez que estamos afuera.

-Nada-Me contesta sin mirarme.

-¿Nada? ¡Es que eres tan idiota!-Le grito entredientes.

-¿Idiota? ¿Yo?-Me gruñe poniéndose frente a mí, nos separan apenas unos centímetros y apesar de mis tacones tengo que levantar un poco la vista para verlo-. Besas a otro frente a mí y luego te sientas en el regazo de uno de mis amigos...

Evadiéndola [Pierre Gasly] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora