14 de Agosto, 2020.
Ruan, Francia.-¿A dónde estamos yendo?-Le pregunto a Pierre mientras conduce.
-Ya verás, nena.
Veo que ambos salimos de El Havre y lo miro con una ceja enarcada.
-Si me quieres secuestrar te aseguro que es imposible-Le aviso girándome para estar frente a él-. Papá sabe que estoy contigo y soy capaz de llamar a Madison.
-Con que tú papá sabe que estás conmigo...-Dice con una sonrisa.
-Papá sabe todo de mi, cariño.
Pierre traga sonoramente y me mira preocupado.
-¿Sabe que tú y yo...?
-¡Pierre!-Chillo tapándome el rostro-. ¿Cómo puedes creer que yo le diría a mi papá que me tuviste hasta en la posición del perrito?
Se le escapa una carcajada y pone una de sus manos en mi muslo.
-Me encanta que seas directa.
-Lo sé, cariño, yo soy genial-Le digo segura.
El francés se muerde el labio y niega con la cabeza. Sin dejar de acariciar mi muslo sigue conduciendo.
-No sabía que tenías más autos que el Aston Martin…-Le digo mirando la ruta.
-Si, tengo este honda, el Aston Martin y otro en Milán.
-El poder del dinero-Me río entre dientes.
-Tu tienes un lindo Jeep, Sadie-Me acusa-. No es un auto cualquiera.
-Pero yo tengo uno solo-Le digo sonriendo-. Además me lo compre yo solita.
-¿En serio?
-Cobré un dinero que era mío a los dieciocho años y además trabajé mucho de modelo, junte algo de dinero allí-Le explico-, de verdad tenía futuro en las pasarelas.
Me mira unos segundos y sonríe.
-A diario compruebo porqué...
El viaje pasa rápido y sonrío al ver que estamos en Ruan. Dónde nos conocimos.
-Oh, cariño-Jadeo.
-Quiero que conozcas a mis padres-Dice con una sonrisa y sin dejar de mirar al frente-, ellos saben que eres mi amiga.
Mi sonrisa cambia en el momento que dice que soy su amiga. ¿Su amiga? ¿En serio? ¿Después de todo solo soy su amiga? Y yo que pensé que era su chica.
-¿No era mejor decirles que soy tu polvo?-Le digo irónica.
-¿Qué?-Me pregunta sorprendido.
-¿Tú te crees que tus padres son idiotas?-Ladro-. Obviamente que se darán cuenta de que tú y yo tenemos sexo.
Él me mira sorprendido y frena el auto en una calle donde no hay nadie. Parece una noche bastante desierta en realidad.
-¿Qué ocurre, Sadie?
-Nada-Le digo mirando al frente.
Pero es que, ¡Mierda! Si hay algo de mi que no cambia es que siempre tengo algo que decir y no me pienso callar cuando también puedo joderlo.
-Tienes razón, somos amigos.
-Nena...-Murmura buscando mi mirada.
-Solo conduce, Pierre, quiero dormir.
Cómo ya es costumbre con él no hace falta pedirle nada dos veces. Arranca el auto y nos dirigimos a una casa muy lujosa de un barrio cerrado.
Jodido Cristo.
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Evadiéndola [Pierre Gasly] ✓
أدب الهواةSolía creer que el amor era trágico, que el amor una vez que lo encuentras tienes los días contados, ya seas tú o ese dichoso enamoramiento. Y es que realmente lo detesto, me cae mal y hay veces que mi cabeza planea como eliminarlo de la tierra, per...