Capítulo 5

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Dedicado a Danna y Bella. Gracias por impulsar me a continuar y por su apoyo.

Sólo podía preguntarme una cosa ¿de está me salvo?no, no, no hay clases y yo me voy de paseo con un chico sin siquiera tener gran conocimiento sobre él.

—Yo puedo hablar con tu madre. — comentó mi acompañante.

Reí algo sarcástica. —Si quieres tener hijos, te recomiendo que no lo hagas.

—¿Tan fiera es tu madre?— me miró arqueando una ceja.

—Sólo cuando se trata de mí, no estará molesta porque salí sino porque no le avisé. — expliqué.

—¿Eres su única hija?— sonó más afirmación que pregunta.

Asentí con la cabeza. —Sí.

—¿Y tú padre?— preguntó sin saber que con eso me echaba un balde de agua fría encima con amargos sentimientos.

—N-no quiero hablar de eso. — tartamudee.

—Lo siento. — murmuró.

—No, descuida, me has alegrado él día y no lo arruinemos ¿sí?— lo miré forzando una sonrisa.

—Me alegra que lo digas. — suspiró.

Observé por la ventana y noté que estábamos cerca de la casa de Mite, era mejor bajarme aquí para no hacer sospechar a mi madre, me hará un interrogatorio y estará pensando en que ya superé a Mite.

—Déjame aquí. — le pedí sosteniendo mi mochila.

Se estacionó pero no me bajé, vacilé por unos momentos y me decidí a mirarlo.

—Gracias, nos vemos mañana. — dije para bajarme pero él me detuvo.

—¿Puedo venir por ti?— preguntó con pasividad. Por más que lo negara, sentía una extraña sensación de estar con él, lo quería como amigo y si él quisiera otra cosa sólo se lo aclararía, no alejarme como una miedosa.

—Sí. — asentí sonriendo. —, pero no te acostumbres. — y con eso bajé del auto, cerré la puerta y al alzar la cabeza me topé con unos ojos avellanas que me clavanban la mirada. Madre mía, es Mite, ¿qué estará pensando?nuestras miradas se clavaron con fuerza, sentí que en cualquier momento las piernas dejarían de funcionar me.

Apartó la mirada de una forma que sentí una navaja clavar me en él pecho, cerré los ojos con fuerza y seguí mi camino con la cabeza en alto. No entiendo que habrá pasado, ¿porqué su mirada tenía tanto dolor? más de lo común, jamás me había mirado de esa manera, al contrario me ignoraba.

Busqué mis llaves en mi mochila y abrí, tan pronto tuve un pie dentro, todo mi semblante cambió, ésa estúpida caja seguía ahí, sentí tantas ganas de arrojarla y porque ¿no?me acerqué con rapidez y antes de poder tomarla oí su voz.

—¿Dónde estabas?— su voz era rígida y estoy segura que su mirada pedía explicaciones.

Giré y la miré, lancé mi mochila al sofá, cayó directo ahí gracias a mis clases de cancha. — Fui a la escuela y como no había clases me fui de paseo con un amigo.

—Paseo. — vaciló de un lado a otro. —, y no sé te ocurrió avisar.

—Lo olvidé. — me defendí.

—¡Lo olvidaste!— gritó ya molesta.

— ¡¿Qué quieres que te diga?!— exclamé saliendo de mis casillas. —, ¡que no me dió la gana!¡tuve tanta rabia de que mi padre me abandonará por segunda vez que no importó nada!

Maite (Desgarrador#1 ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora