Mis manos sudan y estoy segura de que mis pies dentro de mis zapatos igual. Ambos chicos continúan mirándose con rabia y mandando chispas de fuego con la mirada ¿cuál ring?¿qué rayos sucede aquí?— ¿Sorprendida?— él chico arqueó una ceja mirándome con dureza. Fijé mi mirada en él mientras recordaba su voz en mis oídos como eco, él debe ser hermano de aquel chico que me tiró del brazo y me dió el susto del año. Su nariz era pequeña, sus ojos algo hundidos como algunos coreanos, sus labios pequeños con un tono rojizo que atraía.
Abrió la boca para decir algo pero Sline lo calló tomándolo del cuello de su camisa y lo sacudió. — ¡Cállate!— sus frentes se juntaron a una pizca de distancia, sus ojos se clavaban como cuchillos afilados preparados para matar.
—Detente — objete al fin. Mis ojos viajaban de él hacia él con rapidez a cada segundo, era una tortura no saber quien propinaría él primer golpe.
— ¡Oh lo siento, olvidé si era confidencial!— exclamó con sarcasmo.
Sline lo soltó y sigilosamente se acercó a su oído y le susurró algo que hizo cambiar su semblante inmediatamente, me miró y fue escalofriante, se veía el enojo, algo muy pero muy malo le dijo Sline para ponerlo así.
— Manten la en su lugar — advirtió.
— La próxima vez, te moleré a golpes — amenazó Sline. —, me imagino que también sabes que no juego.
Retrocedió para marcharse y de paso tiró de mi brazo llevándome arrastrada, cuando salimos de ahí me soltó y seguimos caminando.
— ¿De qué estaba hablando?— pregunté acelerando él paso para mantenerme a su lado. Nada, solo una ignorancia como respuesta.
— ¡¿De que estaba hablando, qué ring?!— exclamé. —, Sline mírame — pedí.
Giró con brusquedad mostrándome lo molesto que se encontraba y gritó:— ¡Cierra la boca, maldita sea!deja de preguntar — siguió caminando.
Quedé estupefacta, no me moví, me paralicé, parpadee varias veces viéndolo irse, jamás lo ví así y estoy segura de que tampoco me trataría así sino fuese algo tan profundo para él. Sentí un agarre a mi muñeca y reaccioné, levanté la mirada y me dejé arrastrar.
— Te dije que te callarás, no que te detuvieras — aclaró.
Llegamos al vestidor y él cerró la puerta de un portazo como si fuera suyo pero bueno, en realidad creo que buscaba privacidad. Me senté en uno de los banquillos pegados a la pared mirando lo que tenía en frente, que era unos pequeños casilleros donde guardaban cosas de aseo, Sline sacó una toalla y la colocó en su cuello.
Cerró y empezó a golpear la puerta de su casillero con fuerza mientras gritaba. — ¡Maldita sea!— gritó varias veces y yo simplemente decidí dejarlo desahogarse. Noté una mancha de sangre en sus nudillos y fue lo que me alarmó, ya no tuve coraje de dejarlo seguir golpeando aquello como si eliminaba algo grande de su vida.
Me paré de golpe y traté de detenerlo pero él no cedía por lo cual tuve que pegarme de espaldas al casillero, cerré mis ojos con fuerza esperando el golpe. — No más — susurré. Escuché el golpe y lo sentí cerca de mí, fue el último, abrí los ojos y lo ví sentado donde yo me encontraba antes.
EL casillero se encontraba arrugado de tantos golpes, y en cuanto yo, estaba consternada, no podía verlo así, tenía hasta ganas de llorar. Despacio me acerqué y me senté junto a él, estaba siendo precavida por si hacía algún movimiento brusco y terminaba lastimando me, tomé sus manos, observé sus nudillos y me Maree, al parecer la pequeña cerradura del casillero fue que lo lastimó.
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Maite (Desgarrador#1 ✔)
Genç KurguÉl se dedicaba a estudiar, era lo único con que podía matar el aburrimiento y ella a acosarlo pero jamás le habló y ese fue su mayor error, si tan sólo lo hubiera hecho pudo haberlo sacado de aquel laberinto, de aquel hoyo en el cual se hundía poco...