Capítulo 19

62 16 11
                                    

Contigo ví él futuro relativamente fácil.

Ángeles.

Sino me equívoco todas de pequeñas hemos soñado con un príncipe ¿porqué?porque las historias de princesas siempre tienen un final feliz, porque el príncipe es guapo y te salva del peligro y que te ama con toda su alma, no digo que sea malo ni bueno, todos tenemos derecho a soñar, igual no cuesta nada, soñemos, vivamos soñando y sonriendo por cosas que deseemos que vengan. Si dejamos de soñar ya no habrá esperanza, si pensamos negativo nuestra vida se convertirá en ello, algo negativo.

¿Tanto pido?¿poco merezco?ama a quien te ame sino puedes intentalo, sino funcionó no te culpes, luego de llorar sonríe, ¿porqué?porque sucedió, hay personas que no nacieron para terminar juntos, pero sí para crear lindos recuerdos.

Me alejé de golpe de la jaula del mono y me pegué más a Sline, quien me abrazó más fuerte pegandome a su cuerpo. —Miedosa. — rió.

Levanté la cabeza para verlo a los ojos por su altura. — Entra él dedo para que veas, creí que me quedaría sin un dedo.

—Creo que te queda algo más por vomitar, estás chiflada —bromeó haciendo que me apartara de él, pero me volvió a abrazar.

Estábamos dando un recorrido por el zoológico, yo solo me preguntaba ¿cómo es que hay zoológicos si comen a los animales?debe ser mentira, pero igual eso no le quita lo hermoso que es éste país. Sline parecía concentrado viendo los animales que mostraba el guía del zoológico, al parecer había olvidado lo de anoche, era lo mejor, después de todo la que lo arruinó fui yo, metí demasiado la pata, agradezco que me haya detenido, cosa que le agradecí vomitandole encima.

—Tengo mucha hambre. — me quejé.

—Comer para pesar como una bebé. —dijo sin mirarme. —, me pregunto dónde guardas la comida —agregó.

Me alejé de él molesta. —Deja de reprocharme por ser tan ágil de cargar y vamos a comer algo que muero de hambre. —ordené. Me crucé de brazos y lo miré seria —, ¿acaso quieres que te coma a ti?—arqué una ceja divertida.

—¡Que te den, mujer!—exclamó alzando los brazos hacia arriba. —, no comimos por tu culpa y simplemente te pusiste un suéter y un pantalón, cuando al final te vez hermosa con lo que sea.

Miré alrededor mientras mordía mi labio de abajo ocultando una sonrisa, habíamos llamado la atención pero no para tanto. No soporté la risa y estallé en carcajadas que hasta mi vientre tuve que sostener de tanto reír. —Ya. —lo tomé lo del brazo. —, no me alimento de humanos.

Inclinó su cabeza hacia mi oído, casi rozando sus labios contra ellos y susurró:—Hay distintas formas de comerse a un hombre, pero a mí solo me gusta una.

Mis ojos se abrieron como platos y cuando giré para verlo a los ojos y reprocharle por ser tan pervertido, ya no estaba, iba corriendo ya muy lejos de mí. —¡Oye!—grité hiendo detrás de él, gracias a Dios llevaba unos zapatos planos sino no podría correr detrás de él.

.....

Quieres hacer algo y demostrar que puedes. Arriesgate, es simple.

— Una condición, nada que llame la atención, no podré golpear a un coreano —advirtó.

—Pero si eres un boxeador. —le reproché.

—Ellos saben Confu y no es lo mismo que boxeador —aclaró. Se sentó sobre la cama, al final nos quedamos con la habitación 2, la cual era la mía.

—Regla número uno. —empezó a explicar mientras yo buscaba lo que usaría. —, solo tomarás bebidas embotelladas, bien tapadas, dos. —mostró dos dedos. —. no le aceptes una copa a nadie y cualquier cosa grita.

Maite (Desgarrador#1 ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora