Maite (Desgarrador#1 ✔)

Capítulo 36

Mite.

Era de noche cuando ella se puso mal, no quiso ir al médico por más que se lo pedí. Me había quedado dormido al borde de su cama cuidándola, un trasplante es lo que necesita, y ella no espera a que alguien muera para vivir, aunque me gustaría darle mi corazón, yo estoy vivo pero es como si estuviese muerto, no es que tuviera una vida por delante como muchos.

El sonido de mi celular me despertó, sacudí la cabeza y me paré para sacar el aparato de mi bolsillo delantero. Tomé la llamada sin mirar de quien se trataba, era de noche y no tenía idea de quien pudiera ser.

—¡Hola!—Exclamó la persona, e inmediatamente supe de quien se trataba.

—No tengo tiempo para tus estupideces —Respondí rápidamente, mi madre estaba mal, y no estaba de humor, mucho menos para soportarlo a él.

—Te aseguro que si cuelgas te arrepentirás, Maite Johnson —Seguido de su amenaza escuché un grito de alguien.

—¿Hola?—Aparté el celular de mi oído y lo revisé, Encontrándome con un mensaje de su parte.

«Cosas lindas que cruzan en mi camino» 

Un smojin acompañaba la frase y debajo varias fotos, esperé a que cargaran con desesperación, cuando abrí aquellas imágenes sentí que mi mundo se detuvo, llevé una mano a mi pecho de la impresión pero, fue más el miedo.

¡Tenía a Ángeles! Yo renuncio a mi amor por ella para mantenerla a salvo de mi padre y él la secuestra, debía de ser una broma. Miré a mi madre quien dormía más relajada, suspire pesadamente.

‹Lo siento, madre. Pero esa mujer es mía por consciencia›.

Salí silenciosamente de su habitación y fui a la mía, le marqué para saber que quería.

—¿Qué quieres?

—Sabes perfectamente lo que quiero, no me interesa de donde lo sacarás.

Desordene mi cabello de la frustración, sabía lo ambicioso que era él, no tenía ese dineral pero sabía como conseguirla.

—¿Dónde estás?

—En la bodega, te recomiendo que juegues limpio, así te la devuelvo virgen y viva —dijo, riendo sarcásticamente.

—No tienes ni idea Yunior, le tocas un pelo y te voy a despedazar pieza por pieza, te lo juro por lo que más quiero —dije, entre dientes. No era un asesino, pero por ella era capaz de cualquier cosa.

—Eres capaz de todo por ella, pero menos hablarle.

Colgué, no quería escucharlo más, tenía la sangre hervida, sentí que iba a explotar de la rabia e impotencia que sentía. Le marqué a Sline lo más rápido que pude.

—¿Sí?

—Secuestraron a Ángeles —Fui al grano para que estuviera en sus sentidos rápidamente.

—¡¿Qué?! Yo la dejé en el hospital donde trabaja su madre...

—Te digo que alguien la tiene maldita sea —Pateé algo de mi habitación. —. Sólo quería avisarte, iré por ella.

—¿Quién la tiene?

—Yunior, y tengo lo que quiere —Colgué sin decirle algo más, si le avisé no fue para pedir ayuda, si no porque sé que merece saberlo.

Bajé corriendo, tomé el auto de mi madre y me fui, mediante el camino me puse a pensar en que sería lo mejor, tomar dinero del bar de mi padre o darle su merecido a ése imbécil.