Maite (Desgarrador#1 ✔)

Capítulo 51

—Guao —emití sorprendida. —. Eso es grandioso mamá —me paré para ir a abrazarla. —. Dios.

Estaba tan sorprendida, y feliz a la vez, jamás creí que tendría esa hermana o hermano, ya estaba harta de ser la única hija.

—Ojalá y sea varón —la apreté contra mí.

—Wow, no creí que te pondría tan feliz —me alejó, y me miró a los ojos. —. Le daré las gracias cuando nazca, pues te ha hecho sonreír después de tanto tiempo.

—De verdad estoy llevándola bien, ahora saber que tendré una hermanita o hermanito me da ganas de seguir adelante, tengo que conocerla, y darle un buen ejemplo —dije con emoción. —. Tú estás feliz ¿no?

Asintió sonriendo.

—Papá se volverá loco —dije con seguridad.

—No se lo diré hasta que no venga —hice un puchero. —. No cambiaré de idea, se lo merece.

—¿Cuánto tiempo tienes?—pregunté con mucha curiosidad.

—Mes y medio —pasó un mechón detrás de su oreja, se parece tanto a mí cuando hace eso.

—A razón estabas tan pálida últimamente —la miré con tristeza. —. Lamento haberme puesto tan mal en un momento así.

—Hey, ¿qué cosas dices?—me abrazó. —. Me pongo muy sensible cuando estoy embarazada, así que nada de llorar por favor.

—Está bien —me alejé sonriendo, y toqué su vientre. —. Ya quiero sentir sus patadas.

—Sabía que estarías más paranoica que yo —rodó los ojos.

—Es el primer embarazo que voy a percibir, al fin vas a darme un compañero.

—Si claro —tocó mi cabeza desordenando mi cabello, y abandonó la habitación. Hace mucho que no me hacía eso, Sonreí.

Dejé lo que hacía para ponerme a hacer las cosas su hacía mi madre, ahora que estaba embarazada no podía hacer mucho, aunque sabía que haría de todo, pero yo quería cuidarla, además así me distraía. Aunque todas las noches lloraba, tal vez en el día podía ignorar el dolor que me causaba la partida de Maite pero en las noches no, la noche era el momento donde lloraba histérica, en la soledad de mi habitación.

Corté varias flores del patio de mi casa, y caminando fui al cementerio, era estúpido ir a hablarle donde su agonía empezó.

Sin miedo a ensuciarme, me senté en el suelo, y dejé las flores sobre la lápida.

—Ése no fue el fin que quise, voy a tener una hermana o hermano, yo quiero que sea varón —Sonreí. —. Encontré todas las cosas que me dejaste, pero no me sirven de nada, yo te quería a ti, y aún te quiero a ti. Tu madre denunció a tu padre, no he buscado a ningún abogado porque aún no me atrevo a hablar con Blanca.

«No hay mucho que contar, yo estoy bien en el día, pero en las noches, recuerdo tu rostro, recuerdo el día que te disparaste, y luego cuando te fuiste, todas las noches es la misma historia. Bueno, quería decirte que puedes etaar seguro de que encargaré de tu padre, aunque el mío me mate, cuidaré de tu madre lo prometo«

Giré la cabeza de golpe al escuchar como si alguien pisara ojas del árboles, haciendo un pequeño ruido.

—Dijiste que una de las cosas que más querías era que me graduara feliz, y me estoy preparando para ello. Nos vemos, Maite.

Me levanté del suelo, limpié la parte trasera de mis jeans, y me marché.

Entré a casa, y en la sala estaba mi madre viendo las noticias.