Capítulo 21

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Quiero finalizar esto, pero..¿cómo?si apenas es el comienzo de todo desgarro. MD.

Ángeles.

Mis ojos viajaban de un lado a otro buscando a la mujer más hermosa de Beverly Hills, mientras que Sline sostenía mi mano. Sonreí abiertamente y salí corriendo a abrazarla con todas mis fuerzas, Dios la extrañé, solo una semana lejos de ella ¿qué será un mes año?una vez más, me había dado cuenta de cuanto la amo y cuanto vale para mí, la mujer que me dió la vida.

Se alejó y tomó mi rostro entre sus manos. —Lo siento. —susurró. —, pero no creo poder dejarte ir de mi lado, Angi.

Sonreí embobada mientras posaba mis manos sobre las de ella en mi rostro. —Tampoco pienso irme, mamá.

—Auch. —oí un gruñido a mi espalda. —, me siento excluido.

Reí y me alejé de mi madre para abrazarlo a él. No había palabras para describir lo bien que me sentía con él, en poco tiempo se había convertido en mucho para mí.

—Gracias, por aceptar compartir ésa semana conmigo. Te quiero.

Susurré a su oído y me alejé para ver sus hermosos ojos verdes con una sonrisa de oreja a oreja. —Vamos.

Me sonrió igual.

—Mi padre me está esperando, nos vemos, preciosa.

Se acercó a mí y depósito un beso al lado de mi cabeza y se marchó.

—Es un gran chico. —comentó mi madre asintiendo con la cabeza.

—Lo es.

Ella me tomó de la mano y fuimos a casa.

Se sentía extraño regresar a casa, la diferencia de horario me mataría pero no dudaría tanto. Me perdí viendo los árboles pasar de manera rápida frente a mis ojos, estaba apoyada a la ventanilla del auto viendo el paisaje.

—¿Todo bien?—preguntó mi madre de repente.

Le brindé una sonrisa.

—Sí.

Tan pronto entré a casa, ni siquiera pensé en subir mía cosas sino en ver a Boby, pero no aparecía en ningún lado.

—¡Boby!, mamá, ¿dónde está Boby?—pregunté parada en medio de la casa.

Bufó. Salió de la cocina para acercarse a mí.

—Si te cuento. —susurró. —, Boby se metió a la casa del vecino.

¡¿Qué?!no, no, debía ser una broma, esto solo me pasaba a mí, ni de bromas se lo creía a mi madre pero Boby en realidad no estaba. Mis ojos se abrieron como platos y mi ceño se frunció, era clarísimo mi asombro.

—Dime que bromeas, mamá. —supliqué.

No sabía que sentir, ni qué pensar, me parecía injusto y traumático para mí, apenas me fui una semana tratando de despejar mi mente, no pensar en él y luego de un martirio esto.

Ella negó con la cabeza.

—Lo he dejado allá, sabes que regreso tarde y pues así tendría compañía. —encogió los hombros. —, de verdad lo siento.

—Boby me va a escuchar.

Fue lo único que dije antes de salir furiosa de casa, pero al llegar a la entrada de la casa de Mite eso cambió. No pude seguir con mi cara de furiosa al ver la hermosa sonrisa en el rostro de la señora Johnson esperándome en la entrada de su casa con Boby en manos.

Maite (Desgarrador#1 ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora