Capítulo 38

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«Sea como sea»

Tomó mi rostro entre sus manos, y me clavó la mirada.

—Siempre estaré ahí, dejemos de ser novios o no. Sea como sea.

—Me alegra —Sonreí. —. ¿Sabes lo importante que eres para mí?

—Y tú para mí —Acarició mi mejilla.

Uní nuestros labios en un beso, llevé ambas manos a su rostro intensificando el beso. Me incliné hacia él, logrando que quedara acostado y yo sobre él, sentí sus fríos dedos delinear mi cintura, pero por alguna razón no se atrevía a quitarme ninguna prenda.

Se incorporó rodeando con sus brazos mi espalda, quedé con mis piernas alrededor de su cintura, bajé mis manos a su camisa y empecé a des abotonarla lentamente. Alejé mis labios de los suyos y besé su cuello.

De golpe sentí mi espalda sobre la suave sábana, y seguido él sobre mí. Atrapó mis labios instantáneamente, besándome ferozmente. Moví mis dedos dentro de su camisa, me estremecí al sentir sus labios sobre mis hombros.

¿Aquello iba a pasar? Sería un gran paso para mí. Sentí la tira de mi vestido caer hasta mi codo, se alejó y me miró a los ojos.

—No debería hacer esto, debe ser por amor —dijo, mirándome fijamente a los ojos.

—Te quiero —Susurré.

—Me quieres pero no me amas —Aclaró. Y me dolió.

Escanee sus ojos, dolida.

—No me hagas esto Sline, y si quiero que un chico bueno tenga no virginidad, algo tan valioso para una mujer, y el patán mi corazón —Debí de admitir eso. Por más patán que fuera, tenía mi corazón. —. Sline, quiero ser tuya.

Negó con la cabeza.

—Yo no quiero eso, quiero tu corazón, luego que seas mía.

—Sline —Llevé una mano a su cuello, y lo besé. —. Hazme tuya, por favor, que seas tú, lo mereces —Supliqué.

Tal vez él tenía razón, tal vez entregarme a él no haría ningún cambio en lo que siento por él, pero quería arriesgarlo.

Se apartó.

—No hagas esto.

—Sí, Ángeles —dijo, parándose de la cama.

Lo miré confundida y dolida, me dolía que me rechazara, aunque era por mí, ¡me dolía! Me paré de la cama, me acomodé el vestido y decidí marcharme pero me tomó del brazo.

—Deja de hacer eso —Me ordenó.

—Me voy —Logré objetar.

—¡Deja de hacer eso!—exclamó empujandome y caí sentada sobre la cama.

Quedé atónita, totalmente sorprendida por como me trató, jamás esperé una reacción así de su parte. Me paré dispuesta para abofetearlo pero no me dejó.

—No te atrevas a levantarme la mano —dijo, apretando mis dos muñecas.

Definitivamente, ese Sline yo no lo conocía.

—Suéltame —Ordené, casi sin voz. Miré mis muñecas siendo apretadas por él. —. Suéltame o te vas a arrepentir, Sline.

Soltó mis manos bruscamente, y me tomó de golpe de la cintura.

—¡Quieres que te haga el amor, cuando sé que no lo sientes! —Me sacudió. —. Joder, Ángeles, yo si de verdad te quiero, si soy un hombre de verdad ¡no puedo!

Maite (Desgarrador#1 ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora