Capítulo 34

40 7 3
                                    


—Preciosa —Sentí las manos de Sline sobar mis hombros.

—¡Golpealo! ¡Hazlo! ¡Vamos tifi!—Seguí gritando.

Me levantó del suelo sin soltarme.

—Sostenlo Karl, ¡ése imbécil no sale vivo de aqui!

—No a él —Logré objetar con la respiración agitada.

Sentí que me iba a soltar y enloquecí.

—No-no me...sueltes por...por favor —balbucee.

—Claro que no, ni aunque me lo pidas —Me abrazó.

Lloré dejando que me envolviera en sus brazos. Me sentí como aquella vez, indefensa luchando con aquel hombre que me marcó de por vida.

Cuando me sentí un poco mejor, me alejé para verlo a los ojos.

—Lo arruiné...

—Te estabas tardando, preciosa —Intentó tocar mi mejilla pero se lo impedí haciendo que lo dejara en mi espalda.

—No, a-a...—Perdí el aire, mi cuerpo empezó a temblar y perdí él equilibrio y mi cuerpo desplomó en los brazos de Sline.

—Respira, respira hermosa. Concentrate en mis ojos, estoy aqui preciosa.

—Ahora debo...cerrar los ojos ¿verdad?—No era yo, sí lo era, pero en otra historia, en la mía, la que ya había pasado pero que la estaba viviendo.

—No, preciosa —Sonrió. —. Solo debes respirar, es un ataque de pánico con malos recuerdos.

No recordaba con exactitud lo que pasó, solo estaba ahí, siendo cargada por Sline quien noté más asustado que nunca. En eso me estabas convirtiendo Mite, me estabas matando poco a poco, llevándome a la locura. A tu locura.

No sabría decir cuánto tiempo pasó, no perdí el conocimiento completamente pero era como si lo hubiera estado.

—Me escuchas —Sentí leves golpes en mi mejilla y un olor fuerte a alcohol que desapareció mi mareo. Sonreí al conectar mis ojos con los suyos.

—Nunca vuelvas a asustarme de esa manera —Mandó sonriendo.

Me acomodé sobre el sofá, deduje que estábamos en su casa por las paredes. Con mis piernas contra mi vientre me pegué a él.

—Mi madre me asesinará —susurré contra su pecho.

—Ya debes decírselo, no quiero hacerlo yo —dijo con molestia.

—Lo sé, es complicado. Yo tengo la culpa —confesé.

Me alejó de golpe y fijó sus ojos en los míos.

—Claro que no, es...

—Sí, no lo vas a entender porque solo sabes lo que pasó, no lo que vino después de aquello y ella está en su razón.

—Solo díceselo —Ordenó.

[...]

Sline se acaba de marchar. Yo estaba ahí, parada a unos metros del sofá y frente a mi madre a unos dos pasos.

No hubo palabras solo estampó su palma contra mi mejilla y caí tirada en el sofá.

—Haz que sea la última que te levante la mano ¿quieres?

—Lo siento, de verdad no supe si era eso lo prometo enserio —sollozé.

—Recuerdo que cuando por primera vez me escapé de casa, mi madre me dijo: por más que intentes cuidar de tus hijos ellos sólo pensarán lo contrario —Frotó su nariz. —. Yo solo tengo una hija.

Maite (Desgarrador#1 ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora