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-¡Jean!-Llama al policía que lleva a Carter mientra carga sus cosas, mirando este a la mujer de pies a cabeza, sin embargo, ella puso a los otros dos hombres en la bodega, lo que quiere decir que su tiempo esta contado, ella empuja levemente al policía a su lado de nombre Jean y este asiente.-¿A dónde la llevas, no ibas a esperar a su padre?

-Surgieron unas cosas, si nos permites.-Murmura Jean sudando frío y camina junto a ella en la entrada, admirando Carter como varios policías entran muy contentos, ignorando por completo la situación en la cual se encuentra su amigo.

A varios pasos muy lejos de comisaria, se quita el abrigo sin dejar de apuntar a Jean y este le extiende sus cosas, con una expresión muy seria, como molesta.

-Esto no te ayudará, si es lo que crees, sino te conllevará a más problemas.

-Jamás quise que me salvarás...-Murmura Carter elevando su mirada triste hacia el policía, transformando de esta a una muy destrozada.-cada vez que veo la oportunidad de morir, la vida se empeña a seguir en este infierno y si mi destino es hacer cosas malas para sobre vivir, para no convertir de mi vida a una miseria peor, lo haré sin dudar.

-¿De qué hablas, asumir tus responsabilidades es tan malo?

Le estresa que no entienda, que en sus ojos tenga la misma interpretación de todas las personas que la ven, juzgando, rechazando sin ponerse a pensar porqué la persona es así, que nadie que vive de amor desde la cuna con toda comodidad, actuaría de una manera tan extraña.

Una chispa salta del arma y el policía cae abruptamente contra el suelo, abriendo sus parpados con exageración, al mirar su pierna que sobresale sangre sin parar de derramar, manchando por completo su uniforme y un sólo movimiento crea un dolor electrizante por todas sus extremidades.

-¿Qué diablos? Te ayude.

-Jamás será suficiente por no dejarme acabar con este dolor.-Eleva la pistola a su cabeza y sus ojos se abren con asombro, mientras la mirada neutra de Carter poseída por el rencor, el odio y la tristeza, hace ver a todos como sus enemigos, pero en especial, los malditos policías.

Cualquiera que la quiera regresar a aquel infierno, es su enemigo.

-¡Oh dios, por favor no me mates!-Tiembla todo su cuerpo del temor y parece que ella habla en serio, sintiendo las punzadas por sus parpados y su corazón latir con gran espanto.-¡Te lo suplico, no te buscaré, te dejaré en paz, es más, borraré tus delitos!

Aunque Carter devolviera el dinero, la comida, sería perseguida de igual manera, porque la justicia es más injusta que la misma palabra, confiar en alguien le costaría demasiado caro, pero arrebatar una vida, debe pesar más que lastimarla y ella no quiere cargar con algo así.

-No quiero vivir de esta manera...-Murmura empañando sus parpados y la culpabilidad le aprisiona el corazón, cerrando sus parpados con pesar, derramando lágrimas sin reparo y gira el arma, apuntando a su corazón sin dudarlo, pero cargar con su propia muerte, le suena aún mejor.-No deseo robar, ni lastimar, yo no era así...¡Lo juro!-Solloza con gran dolor en su corazón, agonizando de tristeza y dolor.

Gira su rostro hacia el cielo y observa las nubes, suponiendo que ahí se encuentra su madre.

-Madre, perdóname, no pude aguantar más, no puedo soportar más este mundo, esta vida.-Absorbe sus mocos y solloza con más furor, tomando de gatillo, pero la fuerza de voluntad, aquello que la hace accionar la detiene cobardemente, maldiciendo en sus adentros y buscar lo que le impulse a seguir.

Se escucha a los lejos el sonido del altavoz, llamando a gritos el nombre de la secuestradora Carter, alertando a los ciudadanos en busca de ella, sacando varios autos por todas las calles, sus minutos contados ya tienen fin y no hay nada que pueda hacer.

Ya no hay porqué seguir.

Suspira cerrando sus ojos en un suspiro e inclinar su dedo, sin embargo no espera el cuerpo del policía abalanzarse encima suyo y golpear su palma a otra dirección, mientras sale dispara la bala impactando en otro punto menos sus cuerpos.

Abriendo ella sus parpados asombrada.

-Dije que no la dejaría morir delante mío.-Palpita su corazón con furor y sus mejillas se encienden, confusa todavía, escuchando muy cerca el auto de la policía, ella no duda en pararse y volver a poner el arma, ahora sin balas contra él, pero el policía sabe muy bien que ya no tiene balas.-Sígueme.

Toma la mano de ella y con fuerza comunal corre a otra dirección, sin entender Cater porqué la ayuda si sólo hace apenas segundos lo quería matar, sin embargo se le olvida su bolsa en el camino y se detiene abruptamente, llevando la atención del policía.

-No puedo irme sin mi libro.-Comenta ella desesperada.

-¿Estás loca, quieres ser capturada?

-Regresaré pronto, lo prometo.-Ni siquiera espera la respuesta y echa a correr, admirando que el auto ya se encuentra a solo metros, bien pueden verla y la bolsa al público, arrastrando su cuerpo en el suelo y abrir de ella, tirando las cosas que estorban su vista y con éxito, tomar su libro.

Con velocidad meterse entre los callejones directo al policía, que bien podría huir sin él, pero nada le queda y por alguna razón, le genera una confianza Jean que después de todo, notando su cuerpo en su espera y Carter correr junto a él hacia el lugar que tiene Jean especial para que Carter pueda esconderse, porque seguramente la estarán buscando como secuestradora con demás cargos.

Pasando así las horas y al, por fin llegar, abre Jean su casa y la deja pasar, siendo un pequeño apartamento pero acogedor.

-¿Por qué me ayudas?

-Porque seguramente seas víctima de este cruel mundo.

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