Pasando una corriente a lo largo de su cuerpo y una conexión que jamás imagino sentir tras unir sus labios, abriendo Hazel los ojos ante la sorpresa y una rabia sin control tras ser tomada una vez más contra su voluntad, empujando de este como puede y unas lágrimas avecinarse a lo largo de su rostro tras la tristeza de abstenerse.
¿Deberá dejarse tocar y tomar por este hombre a cambio de su silencio?
¿Por eso mismo la ayudo?
Sin voluntad a seguir el beso sus lágrimas recorren a lo largo de su rostro, llegando al paladar del príncipe, apartándose abruptamente ante un sabor salado y su poco interés en él una vez más, no sólo rechazándole, sino sufriendo ante sus besos, sus caricias, todo lo que provenga de él parece ser un martirio sin fin.
Porque desde un principio le propuso esa terrible idea de acostarse con ella, desde el principio le hizo ver su nulo valor, su falta de querer y las constantes críticas de su persona, llegando a creer que nadie le querría, nadie cómo Cedric, quien entrego su vida por ella, por una insignificante inmigrante.
-Cedric...-Murmura con la vista perdida en el vacío.
Cayendo de esta en el suelo con la falta de fuerza y su mirada vaciarse, ante la tristeza, ante la agonía de morir hace apenas unos minutos al estar cara a cara con la emperatriz, quizás ella ni siquiera sabía de su existencia, asumiendo que Hazel murió, pero no, ahora su vida corre aún más peligro.
Temblando a lo largo de todas sus extremidades y perder color por todo su rostro.
Porque no supo cómo reaccionar o qué hacer, la rabia la cuál le consumía todo su ser se desvaneció con la débil e inútil que resulto ser, como en el encuentro con Cedric en su pueblo, en su mismo territorio no pudo salvar al amor de su vida y ahora en el terreno de ella, se sintió tan débil cómo estúpida, jamás le ganaría en la posición en la que se encuentra.
Ni siquiera ganando el puesto de concubina.
Un rencor recorre sus venas de la rabia, tensando su boca tras el recuerdo de su sonrisa maliciosa y sus ojos que tiraban veneno por todas partes, de alguna forma u otra hubiera muerto gracias a la manipulación con su hijo, quedando ella fuera en todo.
-¿Qué, quién es él?-Carter no percata sus palabras anteriores que soltó de improviso sin cuidado.
Traga duro.
-Nadie...-Murmura con la voz ronca por tanto llorar, parando de pronto tras enfrentarse a la realidad y haciendo un sumo esfuerzo por dejar todo recuerdo atrás, al menos hasta que pueda estar sola.-Nadie que le interese a su majestad.-De alguna forma pudo desquitarse con las últimas palabras tras ser forzada.
Saltando de una vena en la frente de Jaden, toma del cuello de sirvienta a Hazel abruptamente, jadeando esta impactada por su trato agresivo al ponerse de pie al verse casi ahorcada por su fuerza brutal, abriendo sus ojos con demasía ante la respiración pesada de Jaden y sus miradas tirando entre ellas miles de acuchilladas.
Porque el temperamento de Hazel tampoco es que sea prospero.
-Tu rechazo constante, cómo tus lágrimas y desdicha, ¿Se debe qué tienes alguien más en tu corazón?-Carter abre los parpados tanto tras la pregunta que la dejo sin habla, pero si ella nunca conoció a Cedric, pero los recuerdos de Hazel se mezclaron con los suyos que llego a tener las misma emociones en carne propia.
Imposible.
-...-Tras el silencio de Hazel, este la suelta de golpe, cayendo su espalda contra la puerta y jadear tras recuperar su respiración, elevando la mirada hacia un hombre que jala sus cabellos con furor y maldice en lo bajo, ¿Qué le sucede?-Ya no lo verás más.-Demanda tras detenerse.
-¿Qué, por qué?-Cuestiona Carter frunciendo el ceño, ¿Quién se ha creído? Es estúpido debatir un tema resuelto, pero no entiende su comportamiento, sólo la desea para calmar sus deseos carnales y siempre le ha desmostrado ser la peor persona, duda mucho que algo bueno salga de él, conociendo de sobra su futuro, que él nunca fue el personaje bueno.
Fijando él su mirada profunda y radiando de furor, tan atrayente cómo peligrosa, tan dorada cómo repleta de llamas, alborotando más sus cabellos azabache al dar zancadas hasta su posición y tomar nuevamente el cuello al acariciar de este y hundir sus dedos largos en su cabellera castaña, estremeciendo todo su cuerpo tan sólo con su tacto y los músculos de Jaden tensarse al jalar de ella a pocos centímetros de su rostro.
Sintiendo el roce de su aliento en sus labios.
-Eres mía, eres mía maldita sea...-Murmura con su voz terciopelada, mandado escalofríos a lo largo de su piel, calentando las mejillas de Hazel abruptamente, retrocediendo esta confundida por su acción, bajando la mirada ante los latentes iris dorados encima suyo.
Tragando tan duramente, nerviosa, sin esperar un par de labios impactar de pronto en su cuello.
-¡Mmm!-Muerde su labio inferior de la sorpresa suprimiendo su grito y tensa sus manos al jalar de sus ropas al formarlas puños al palpar su lengua a lo largo de su cuello, jalando este de sus cabello al no colaborar ella y elevar su mirada al techo de impacto, teniendo más libertad de devorar su cuello llegando al centro de este y lamer al alto de su nuca, temblando a lo largo de sus piernas Hazel.-¡Ah...! De, detente...-Suplica con la mirada nublada de calor que se apodera de su mente.
-Sólo mía Hazel Foster.-Una punzada aguda proveniente de Hazel la alerta, abriendo sus labios con una expresión de dolor agonizante, elevando Jaden su otra mano con tal de tapar la boca de Hazel y suprimir su grito, al descender una gota carmesí a lo largo de su cuello.
Marcando Jaden los dientes de lo ancho de su garganta.
-¡Mmm...!-Temblando esta a lo largo de su columna y dejarse caer al suelo de rodillas, temblorosa y el rostro ardiendo de la vergüenza, del bochorno tras no ganar, sino su corazón acelerarse y acostumbrarse a ceder tras la fuerza y posesividad de este hombre, sin fuerzas suficientes cómo para refutar, sino aún más confusa, ¿Qué quiere él de ella realmente?
Tomando Jaden sus cosas y abandonar su recamara, sobresaltando a Hazel tras el azote de la puerta al cerrarla al salir.
¿Qué le sucede a Jaden realmente?