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Eso claramente no puede significar nada bueno, lo cual Jaden hierve de la rabia caminando sin importarle el pública presente, tomando de la muñeca de Heather sin cuidado, girando ella su rostro estupefacta por su duro trato después de tanto tiempo sin verle, siempre faltándole el respeto, nunca cambiará, ni aún siendo la heredera de una gran fortuna.

Tirando ella bruscamente de su brazo logrando zafarse de su agarre brusco, girando él su cuerpo por su agilidad y como ella se pone recta, con la mirada alta y destellante de frialdad, mirándole como un completo extraño, achinando la mirada con repudio total por su comportamiento.

-Su majestad y mi persona no tenemos nada que discutir, por favor si todavía conserva los modales que le instruyeron de niño, consulte una cita conmigo si tanta es su urgencia.-Espeta Dixon imponiendo su presencia con respeto, como siempre debió ser, sin embargo se dejaba insultar y humillar por ese hombre desconocido para ella, porque el cual amo, murió junto a su madre ese día.

-Heather.-La nombra sin formalidad, tensando ella su boca.

-Olvide la cita, hasta que educe nuevamente sus labios, puede dirigirme la palabra.-Se gira con tal de ir a ver a su padre, sin embargo él se adelanta a hablar.

Frunciendo él el ceño, ¿por qué se comporta de esa manera fría?

-¿Todo esto es solo por haberte rechazado?-Parando en seco sus pies ella tras oír eso, siendo la gota de derramo el vaso, esos días en la isla la hicieron reflexionar seriamente sobre lo que ha estado haciendo con su vida, como ha desperdiciado tantos años por un hombre que aquel niño que existió murió junto a su madre, no es ni será jamás el mismo, lo que ella desea es verle rogar, sufrir aunque sea una cuarta parte de lo que ella lamento por él.

Pero en justo momento como este, el deseo por matarle es tan tentador.

-¿Solo?-Repite ella con una risa burlona, ladeando una pequeña sonrisa, girando su cuerpo para quedar de frente hacia él con una expresión más relajada, siendo interrumpidos de pronto ante la presencia del príncipe Jordan ingresando al salón real por la noticia buena de Heather, admirándola con euforia cuando la contempla.

-¡Qué dicha verte de vuelta en una sola pieza!-Exclama él con total libertad, con Heather siempre fue muy confiado, sin embargo ha provocado en el pecho de él una ternura que se podría decir que la ve como una mascota, un gato para ser más específicos. Dando pasos grandes alcanzado de ella desconociendo la situación claramente tensa en el ambiente.

Girando ella levemente su mirada filosa hacia Jordan, quien sonríe con extrañeza su comportamiento, tomando ella del saco de Jordan con fuerza y jalar de él hacia ella, abriendo Jaden sus ojos con impacto total al ver los labios de Heather pegados a los de Jordan, abriendo los parpados con sumo impacto el hombre de cabellos dorados y para nada gustarle el beso, el cual rompe Heather de un solo movimiento.

-Lamento decirle su majestad que no es el único hombre en este planeta.-Sonríe con mayor felicidad tras ver el rostro estático de Jaden, seguro ni siquiera se lo imagino, lo cual ella no sintió nada tras el beso, tal vez un poco de asco, lo cual Jordan ya esta limpiando sus labios con mucha insistencia. 

-¿Qué fue eso? Dios, me alegra verte pero no tanto como para besarte, agh.-Maldice Jordan caminando lejos de ella por su seguridad e integridad.

-Ignorando las palabras del príncipe Jordan, ahora disfrutaré mi soltería como ser la nueva heredera de una gran fortuna, tendré a todo aquel que desee mi cuerpo como mi alma.-Pero nunca su corazón.

-¿Ser liberal, sin costo alguno, peor que una prostituta?-Jaden suele usar más la palabra ramera, pero por alguna razón se encontraba más irritado de lo usual. Marcándose las venas de su cuello tras decir cada palabra con gran peso de voz gruesa.

-Tal como tu.-Rompe seriedad tras el gran insulto que le tiro.-Llámame como quieras, por fin seré feliz, cuando me rechazo pude darme cuenta que aquel hombre que tanto ame, murió ese día junto a su madre.

-¡Heather!-Exclama él con gran presión en su pecho, en serio, ¿Qué le sucede?

-Jaden, príncipe Jaden, madura de una vez, debes vivir el presente y lo que vendrá, no quedarte enterrado en el pasado.-Termina ella de aclarar con seriedad, girando su cuerpo con valor y caminando hacia su padre con desespero, tomando de sus hombros para que este pueda ponerse sobre sus pies, dejando atrás a Jaden atónito.-¿Padre te encuentras bien?

Aprovechando Jordan la soledad de Jaden, admirando de este como la mira extrañado, afilando su mirada con desprecio y diversión.

-Una mujer enamorada es peligrosa, una mujer enamorada siendo humillada es el doble de peligrosa, una mujer desamorada, humillada, engañada, es mejor cuidarse las espaldas.-Ríe con suma diversión, mostrando su sonrisa malévola, sentado viendo a este desde las alturas.

-Cállate Jordan, ¿Qué sabrás de mujeres?

Finge Jordan un dolor en su pecho, jadeando de manera exagerada.

-Tanto como tu, al menos como besa y se mueve tu concubina bajos mis brazos.-Abriendo Jaden sus parpados con impacto tras escuchar eso, saltando todas las chispas a su alrededor y sus nervios alterarse de gran manera tras oír esas palabras, no esperando pensar en sus palabras y toma del cuello de Jordan, jalando de él con furor y estampar su cabeza contra la pared, abriendo Jordan sus ojos con gran impacto.

-Repite lo que has dicho y será mejor que no mientas.-Las venas en sus hombros se sobresalen y Jordan comienza a sudar de manera fría, riendo a lo bajo, apretando Jaden su agarre que no lo deja reír por casi dejarlo sin manera de respirar.

-¡Detente príncipe Jaden!-Exclama Heather.

Admirando la emperatriz el acto, preocupada por su hijo apunta a los guardias para que los separe, pero eso le deja unos segundos de ventaja al pelinegro.

-Si no me crees, pregúntale a ella.-Escuchando el pelinegro los pasos de los guardias muy cerca, sin darle tiempo a tomarlo a golpes, impacta sin reparo su cabeza con la frente de Jordan, tronando ambas en el choque, jadeando con sumo dolor Jordan cayendo el suelo por el impacto, soltándolo Jaden y caminar directo a la salida.

-¡Hijo!-Exclama Lucrecia preocupada, acudiendo los guardias a Jordan.

Girando levemente la mirada Jaden hacia Heather, quien lo ve con indiferencia, pero con pequeña culpabilidad que le hace cerrar los ojos con dolor y girarse para no seguir viéndolo, cerrándose las puertas de Jaden justo en su rostro.

Carcomiendo su pecho del dolor que arrasa en su interior.

-¿Qué he hecho?

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